Pese a las restricciones debido a la pandemia del coronavirus, COVID-19, hubo comercio y afluencia de gente en el calvario de Urkupiña; pero, la cantidad fue menor que en años anteriores.
Según las autoridades municipales, el comercio redujo a un 10% y la cantidad de visitantes a un 5% en comparación con gestiones pasadas.
La festividad de Urkupiña es una de las que mayor cantidad de feligreses suele congregar y, por ende, mayor movimiento económico y comercial. Este domingo fue el día del Calvario. Antes, tradicionalmente se realizaba una masiva peregrinación hasta el cerro de Cota, al sur de Quillacollo. Esta vez, la pandemia cambió esas características.
El intendente de ese municipio, Alfredo Guzmán, describió que la jornada fue como un día del peatón. Aunque se había anunciado la prohibición del comercio, la autoridad explicó que no se retiró a los vendedores y que se hizo el control del cumplimiento de los protocolos de bioseguridad. Agencia