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Científicos aseguran que el supuesto cometa, conocido con el nombre de “3I ATLAS”, el cual avanza a toda velocidad hacia la Tierra, escondería en su interior a varios extraterrestres. Presuntamente, y según informaciones preliminares por parte de investigadores, estos seres que se encuentran al interior del cometa podrían estar listos para invadir nuestro planeta.
Este objeto tiene características únicas e insólitas, entre ellas, por ejemplo: su órbita, su cambio de colores y hasta la energía que emanaría de su interior. Algunos científicos lo comparan con el “Caballo de Troya”, un engaño histórico en el que los griegos introdujeron guerreros en la ciudad de Troya dentro de un gran caballo de madera que, en este caso, serían extraterrestres. Algunos investigadores afirman que este objeto interestelar muestra indicios de ser artificial y con un origen alienígena.
¿COMETA NATURAL O
ESTRUCTURA ARTIFICIAL?
El 3I/ATLAS, un objeto interestelar que atraviesa el sistema solar, generó debate sobre si se trata de un cometa natural o de una estructura artificial enviada desde otra civilización.
Algunos especialistas notaron un enigmático pulso asociado al objeto, lo que despertó especulaciones sobre la posibilidad de que esté emitiendo información hacia su lugar de origen. Publicaciones recientes sugieren que los pulsos detectados podrían ser una forma de comunicación codificada, o que el objeto es simplemente el tercer visitante interestelar confirmado con características que concuerdan con un cometa. Por un lado, científicos consideran que los supuestos pulsos podrían deberse a interferencias naturales o errores de medición, sin evidencia de inteligencia detrás de ellos. Por otro, investigadores independientes han registrado señales de radio con desplazamiento Doppler coincidente con la órbita del 3I/ATLAS, lo que ha llevado a teorizar que podría responder a nuestros radares o enviar datos a su punto de partida. El enigma permanece abierto: el 3I/ATLAS podría ser una roca helada más del espacio profundo o, quizás, una sonda interestelar. Solo mediante observación constante se podrá dilucidar si estamos ante un fenómeno natural o un indicio de tecnología no terrestre.
