La selección de Ucrania perdió 1-0 ante Gales en Cardiff y no consiguió el pasaje al Mundial de Catar 2022. Los futbolistas ucranianos no pudieron darle a su pueblo una bocanada de aire en medio de la invasión rusa que sufre su país. Desde que se retrasó la semifinal por el repechaje europeo debido a su delicada situación, la expectativa creció en torno a la nación que se ve azotada desde finales de febrero. Todo su pueblo siguió a su equipo para ver si podían darle la gran alegría de disputar su segunda Copa del Mundo luego de su debut en Alemania 2006.
Pero no fue posible conseguir ese anhelo, aunque los ucranianos lo dejaron todo en el campo de juego. Fue un partido parejo, de trámite intenso y de golpe a golpe. Cualquiera de los dos hubiese merecido la victoria. Les tocó a los galeses, pero les costó ya que el gol fue una pelota parada en la que Gareth Bale ejecutó un tiro libre y Andriy Yarmolenko al querer desviarla, la terminó mandando en contra de su valla. El final del partido entre Gales y Ucrania. El festejo de los locales y la amargura y llanto de los ucranianos, que quedaron a un paso de Catar 2022
Es que el golpe emocional y anímico fue durísimo. A la grave situación que atraviesa su país, poder conseguir el boleto a Catar 2022 era muy importante. Uno de los más golpeados fue Yarmolenko, pero a su vez fue el que primero recibió consuelo de los jugadores galeses: Ben Davies se acercó a darle la mano y querer levantarlo.
El público en las tribunas tampoco contuvo las lágrimas, pero también reconoció la labor de sus futbolistas con el aplauso que se escuchó desde los cuatro costados de la cancha, una vez que los jugadores expresaron su pesar, como el propio Yarmolenko, Artem Dovbyk, Mykola Shaparenko, Serhiy Sydorchuk, Oleksandr Zinchenko y Vitaliy Mykolenko.
Además, loable fue el gesto del árbitro español Miguel Mateu Lahoz, quien se acercó a consolar a Zinchenko, aunque la amargura que tuvieron él y sus compañeros fue incalculable. Hicieron el máximo esfuerzo y estuvieron a las puertas de poder llegar a la máxima cita mundialista y en un contexto muy delicado de su país. Agencias