El cantante de 51 fue diagnosticado con escorbuto, una extraña enfermedad relacionada con la carencia de vitamina C que estaba relacionada con los marineros en siglos pasados. De hecho, la describió como una “enfermedad de los piratas del siglo XVII”.
Williams nunca ha ocultado su vida de adicciones y hablar de ello le ha servido como terapia. Pero sobre todo agradece el apoyo de su esposa, Ayda Field, y de sus cuatro hijos, quienes han sido un pilar fundamental durante sus períodos de mayores dificultades. “Somos un equipo… hay mucho que atravesar. Requiere paciencia, amor propio y amor por los que están lidiando con lo que les toca”, enfatizó.