Uno de los hombres más buscados por la DEA, además acusado de extorsión, volteo de drogas y narcotrafico por sus propios camaradas, el exjefe de la Felcn, ahora reo Maximiliano Dávila, arrancó ayer lunes su huelga de hambre en el penal de San Pedro.
“Esta mañana, (ayer) él arrancó con esta medida, pese a que yo como abogado le he sugerido que no lo haga, pero él en esta protesta legitima quiere esperar”, indicó el abogado Manolo Rojas y manifestó que pondrá el caso en conocimiento del CIDH.
“Voy a salir muerto o voy a salir vivo, pero voy a salir de este penal porque es justo”, indicó Dávila, según Rojas.
Maximiliano Dávila fue aprehendido cuando pretendía ingresar a territorio argentino. La DEA, lo vinculó con el expolicía Omar Rojas Echeverría, llamado ‘Pablo Escobar boliviano’, detenido por tráfico internacional de drogas en Colombia.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos anuncio una recompensa de hasta USD 5 millones por información que posibilite la condena de Dávila.
Durante sus gestiones como jefe policial, Maximiliano Dávila era acusado por sus mismos colegas policiales de extorsión y volteos de droga. El exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Santa Cruz, Gonzalo Medina, fue uno de los que sindicó a Dávila de narcotraficante, durante el proceso que se le inició porque supuestamente protegió a Pedro Montenegro, quien ya fue extraditado a Brasil por tráfico de sustancia controladas.
Estados Unidos ofrece recompensa de 5 millones de dolares, por información de narcotraficantes como los hijos del Chapo Guzman. Agencias