‘El MAS intentó dar formación militar a movimientos sociales’

Raúl García Linera, hermano del expresidente Álvaro García Linera, admitió en una entrevista realizada en Argentina que el gobierno del MAS intentó darle “formación militar” a integrantes de “movimientos sociales”.

“También se intentó hacer formación militar de movimientos sociales. Pero con mucha irresponsabilidad, quienes participaron se sacaron fotos y cayeron denuncias de paramilitarismo, de antidemocráticos y hubo que dar marcha atrás”, dijo García Linera entrevistado por el periódico Venceremos, que pertenece al Partido de los Trabajadores y publicada ayer.

Durante años circuló la versión de que el MAS intentaba hacer una fuerza armada paralela, como una manera de ahogar las protestas contra ese régimen, versión ahora confirmada. Los dos hermanos García Linera organizaron a fines de los años 80 un grupo irregular, el EGTK, que realizó atentados terroristas como hacer explotar torres de electricidad o robar remesas fiscales.

En la entrevista, García Linera, que durante el gobierno del MAS realizó tareas de inteligencia y agitación, expresó que el MAS “buscó vincular a las Fuerzas Armadas con los sectores populares, desde tener la tarea de repartir los bonos como Juancito Pinto y Dignidad en el área dispersa rural”.

Agregó que “sobre la cuestión militar es falso que no se hizo nada. Se hizo la escuela antiimperialista”.

“El gobierno del MAS les dio importancia a las fuerzas armadas. Evo reivindicaba siempre el patriotismo que había aprendido en el cuartel. Pero no es tan fácil. Quienes son generales tienen más de 30 años de carrera y casi todos ellos en los grados de oficiales fueron becados a los cursos de reclutamiento en el norte”, dijo.

En enero pasado, el expresidente Evo Morales, refugiado en Argentina, hizo referencia a una situación similar a la mencionada por García Linera, cuando expresó que “si volviera (a Bolivia), hay que organizar como Venezuela, milicias armadas del pueblo”. En Venezuela el gobierno ha creado grupos de choque armados pare reprimir las protestas de la ciudadanía. Luego Morales tuvo que desdecirse y asegurar que sólo actuará políticamente dentro de la legalidad.

Durante las protestas de octubre y noviembre, Raúl García Linera se convirtió en un agitador, alentando choques entre los dos bandos que protestaban. Se lo acusa también de haber ordenado seguimientos a personas y realizado trabajos de control político.

Lealtad de Kaliman

En la extensa entrevista, García Linera dijo que el jueves 7 de noviembre, tres días antes de la renuncia de Morales a la presidencia, que el expresidente se reunió con el comandante de las FFAA, Williams Kaliman.

“El presidente Evo se reunió con el general Williams Kaliman para planificar el escenario si la situación policial se complicaba y (éste) aseguró su incondicional lealtad al gobierno electo en las urnas. Por eso no podíamos creer cuando las FFAA pidieran la renuncia de Evo. Luego se supo de los 100 millones de dólares que los gringos pusieron para repartir entre generales además de las ofertas de asilo y protección”, expresó.

La versión de los 100 millones de dólares es recién conocida mediante esta entrevista, pues hasta la fecha no se había hecho referencia al tema. Según señala la publicación de Brújula Digital es poco creíble, en el sentido que cada general hubiera recibido tres millones de dólares en un evento que hubiera sido imposible de ocultar.

“Pecamos de incautos” respecto de la OEA

En otra sección de la entrevista, García Linera expresó que el gobierno del MAS pecó de “incauto” respecto del accionar de la OEA.

“Hay que señalar que la OEA venía tomando posiciones de no enfrentamiento con el presidente Evo. Había sostenido que no se podía inhabilitar a Evo porque presentarse como candidato eran parte de sus derechos políticos, como se pronunció la OEA para otros países años atrás. Más aún, al revisar las noticias cuando llega la misión de la OEA, se ve que era la derecha la que protestaba contra ella”, recordó.

Y luego agregó que: “Nuestro canciller realizó un trabajo intenso dentro de la OEA y consideró que podía ser honesta su actuación. El propio Evo, seguro que no había posibilidad de fraude les dijo que revisen todo, porque no había nada que ocultar. Se puede decir que pecamos de incautos. Y en parte es cierto. Evo cree que, aunque enfrentados, todos juegan sobre una base de eticidad y de honestidad. Cuestión que no ocurrió, dos días antes de la fecha acordada, la OEA entrega un informe provisional dando el toque de Diana del golpe de Estado”. Agencias