Priscila Pinell
En el corazón de la Pampa; el centro de abasto más grande de Cochabamba, se encuentra un área, en la cual, se concentra lo místico, lo mágico, lo sagrado y la cultura indígena originaria fusionada con la cristiana. Es el sector de la venta de q’oas que, además tiene a curanderos, aysiris o chamakanes experimentados.
A medida que uno se va acercando a este sector, un olor inconfundible a la sagrada planta de la q’oa, alerta que, pronto se ingresará a un espacio que parece estar fuera de la bulliciosa cotidianidad de los mercados.
Personas de distintos extractos sociales llegan a esta zona para recibir de un guía espiritual, las herramientas para enfrentar problemas de salud, emocionales, psicológicos, sin la necesidad de tratamientos caros o cargados de químicos.
Por ello, cada vez son más quienes optan por refugiarse en los rituales ancestrales, en la adivinación y en la medicina natural.
Mesas cubiertas con aguayos, un crucifijo, las cartas del tarot, hojas de coca, alcohol y una campanilla son los elementos más importantes para que los curanderos hagan su trabajo, y el pasado, presente y futuro de quienes acuden a estos guías sea revelado.
GEMELOS ESPIRITUALES
Si bien, hay varias personas que se dedican a esta actividad- en el mercado- resaltan dos hermanos que, además de estar llenos de simpática y carisma son personas que aman lo que hacen, asumen su don como un regalo divino que deben cumplir responsablemente.
Edwin y Macario Charca nacieron en el departamento de La Paz en la provincia Omasuyus, llegaron hace tres años a la Llajta; no obstante, hace 20 años que realizan esta actividad.
Iniciaron cuando tenían 23 años, sus primeros trabajos fueron con su abuelo y su padre que también fueron grandes guías espirituales. Es decir, son tres generaciones ayudando a resolver esos problemas que van más allá de la ciencia y lo obvio.
PODER ADQUIRIDO
Si bien, la creencia es que solo las personas que fueron tocadas por el rayo tienen el poder de la adivinación y curación, esto se ha convertido más en un mito, pues también muchos dicen que es a través de una marca en el pie, entre otras formas, pero la realidad es que el saber transmitido de generación en generación es lo más habitual.
Las personas que nacieron con el “don” van ascendiendo en la jerarquía de los curanderos y el máximo nivel son los Asiris o Chamakanes. Quienes llegan a este nivel pueden comunicarse con los Tíos de la noche y a la vez, estos ayudan a una interacción más fluida con los santos y los apus sagrados. “Después de 23 años de trabajar en el ámbito espiritual, recién en dos años ascenderemos a Asiris, es un privilegio, por el cual, agradecemos a todas las wak’as sagradas, apus, tios y tias”, dijo.
PERMISO PARA EJERCER
Edwin contó que el don que tienen-él y su hermano- proviene de su familia; de su padre y abuelo.
“Es como una herencia, trabajamos con los “Tíos”, somos elegidos por ellos, porque debemos hacer bien lo que nos encomiendan”, dijo
Contó que hay muchos aficionados que optan por esta actividad sin permiso de los “Tios”. Son 120 seres masculinos y 80 Tías que deben dar su autorización para que los curanderos puedan desempeñar su trabajo.
Los hermanos Charca están guiados por Pajchiri, Jipachachila, Payruman, Muyumuyumi entre otros Tíos que les permiten ayudar a los otros.
Según la explicación que dieron los “gemelos” a LA VOZ, los Tíos y Tías son poderes espirituales que hablan y se comunican con ellos. En el departamento de La Paz está el Q’otia, uno de los más importantes y poderosos.
Además, trabajan con los Apus o cerros sagrados, en el oriente boliviano son los árboles los guías superiores.
Formas virtuales
La tecnología va de la mano con las tradiciones, pues Edwin contó que tienen clientes que se comunican con él vía online.
Muchas personas que viven en el extranjero y desean ser guiadas, lo hacen por las plataformas virtuales, “no hay un impedimento en quienes tiene fe”.
Este método en periodo de pandemia es una buena opción para aquellos que no quieren arriesgarse al contagio. Quienes deseen se pueden comunicar con Edwin al número 78879918 y Macario al 76223722.
Por otro lado, el horario de atención en su caseta es desde las 7.00 hasta las 20.00 de lunes a domingo, aunque cada día es especial para cierto tipo de consulta.
Coca, cartas, cigarro y alcohol
Edwin indicó que, para revelar lo que el cliente quiere saber, lo mejor es la hoja de la coca sagrada, pues esta muestra de forma clara lo que aqueja a quien hace la consulta.
Las cartas son más fáciles para que entiendan los clientes, es decir, son más didácticas, por ello, hay muchas personas que las prefieren.
“En realidad es mejor elegir el método de acuerdo a la consulta del cliente (…) Muchas veces la suerte se revela solo al ch’allar con alcohol”, señaló Edwin.
Además, de las lecturas y sanaciones los hermanos también hacen el armado de la mesa de la q’oa de acuerdo a la necesidad de cada familia, pues no es recomendable comprar el plato armado.