El respiro duró poco. Las medidas de restricción para evitar la propagación del coronavirus se multiplican cada día, en medio de alertas por nuevos repuntes de la pandemia, que deja ya más de 800.000 muertos en el mundo.
El reconfinamiento parcial y el uso de mascarilla están volviendo a ser obligatorios en muchos países ante un virus que no para y ya mató a 800.004 personas y ha contagiado a 23 millones desde que surgió en diciembre en China, según un balance de AFP a partir de fuentes oficiales.
En Europa los rebrotes son más que inquietantes. En Francia, donde más de 4.500 nuevos casos de Covid-19 se registraron en las últimas 24 horas, la mascarilla, ya es obligatoria en sectores de París y ciudades como Niza, también lo es ahora en Toulouse y a partir de este sábado en Lyon.
Obligatoria pero no sin reservas o críticas. «¿Y por qué no se las ponemos a los animales (…) ya que pueden transmitir el virus? Es una gran broma. Es sólo un gran negocio», estimaba el comerciante Bernard Brouquisse.
Pero la realidad parece estar lejos de ser una broma. Alemania superó los 2.000 nuevos casos en las últimas 24 horas, un cifra que no se alcanzaba desde finales de abril, durante el pico de la pandemia. «Es preocupante», admitió el portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert.
En Madrid, ahora se recomienda a la población confinarse en las zonas más afectadas por el coronavirus, cuando el número total de casos diagnosticados en España ha aumentado en más de 8.000 en 24 horas.
El mismo rigor llega a Inglaterra, donde el confinamiento se endureció en varias zonas del noroeste y la segunda ciudad más poblada del país, Birmingham, fue puesta bajo vigilancia