El Movimiento Al Socialismo tuvo su primer ampliado nacional luego de ganar las elecciones el 18 de octubre y lanzó un fuerte llamado a la renovación con miras a las elecciones de alcaldes y gobernadores. El salón de eventos de Casa Campestre fue el escenario del reencuentro de Evo Morales, expresidente del Estado, con Luis Arce Catacora, actual presidente, que se selló con un abrazo efusivo; y con David Choquehuanca, actual vicepresidente, que se dio con un apretón de manos.
Luis Arce Catacora se encargó de marcar el destino del encuentro. El actual presidente aún no domina el arte del discurso popular entonado y efusivo, pero con voz calmada, supo leer a su audiencia. Dijo que las dos cuadras de cola para entrar al evento demuestran que son el partido más grande del país, que el MAS es mayoría. Eso fue suficiente para que desde los delegados se inicie el primer canto: “Somos mayoría, carajo, somos mayoría”, gritaban, interrumpiendo al presidente. Luego les dijo que los ojos del país están puestos sobre el ampliado, que él ha recorrido los nueve departamentos y que el clamor era el mismo: que se respete el voto, la democracia interna de las organizaciones y que se dé oportunidad a las nuevas generaciones. Con esas dos frases provocó un incendio: “Queremos gente nueva, queremos gente nueva”, gritaban los dirigentes convocados al ampliado. “Seguramente todos esos temas se discutirán en este ampliado”, dijo Arce, mientras el canto de la audiencia ya se había transformado en “fuera los pititas”. Arce alcanzó a decir que todos iban a tener la oportunidad de plantear a los mejores hombres y mujeres, antes de volver a su silla de presidente militante, dejando la conducción del acto a Morales.
El exmandatario utilizó una de las basas de sus viejos discursos para tratar de espolear a sus bases: poner retos difíciles de cumplir. Planteó que para blindar al Gobierno de Arce y Choquehuanca se deberían ganar al menos 300 alcaldías y siete de las nueve gobernaciones. En las elecciones del 18 de octubre, el MAS se alzó con el triunfo en 300 de los 340 municipios, pero en las municipales de 2014 sus cifras fueron algo más discretas, triunfando en 232. Ese mismo año ganó en seis de las nueve gobernaciones, perdiendo solo las de La Paz -con un exmasista- y las de Santa Cruz y Tarija. Agencias