Hay quien no perdona la debacle del PSG en Champions ni tiene intención de hacerlo a corto plazo. Los radicales, por ejemplo, que siguen en huelga de animación. Otros, en cambio, apuestan por la tregua. En busca de esa reconciliación, el cuadro de Pochettino puso de su parte con un serio partido contra el Lorient. Tras los silbidos iniciales, Neymar marcó dos tantos que le sirvieron para el indulto. Mbappé maravilló, anotó otros dos y Messi se sumó a la fiesta con uno más. Noche redonda (5-1).
El Lorient fue una perita en dulce para el PSG. Consciente de que le quedan pocos compromisos para obtener el perdón de la grada, Pochettino no reservó a nadie. De una gran combinación entre Messi, Mbappé y Neymar nació el 1-0, obra del brasileño. Su definición, colocada, enterró los abucheos y despertó los aplausos que le han negado durante semanas. Un primer gesto para firmar la paz en un momento en el que el contexto invita a quemarlo todo.
Con el PSG enchufado llegó el turno para Mbappé, el único al que nadie ha discutido desde que el equipo se derrumbó en el Bernabéu. El francés aprovechó un buen pase de Gueye para rematar con potencia al primer palo. No marcó Messi en el primer tiempo aunque el argentino se gustó con el balón, participativo en todo momento. Es una realidad incontestable que no tiene la misma eficacia de cara a puerta que antes pero no se esconde, importante como bisagra en ataque.
El segundo tiempo empezó mal para el PSG. Un malentendido entre Achraf y Marquinhos provocó el 2-1 de Moffi, que metió la punta del pie para batir a Donnarumma. El lateral, ex del Madrid, subsanó su error con una recuperación más o menos inmediata que dejó a Mbappé en la frontal. Ahí, con espacio, no perdonó: 3-1. El francés juega con una superioridad inaudita, admirado y aplaudido semana a semana en un Parque de los Príncipes que le implora su continuidad.
El encuentro se animó en el tramo final. Entró Sergio Ramos tras dos meses, castigado también con silbidos por parte de la grada.