Como si no hubiera autoridad y menos una normativa que prohíbe la circulación después de las 18:00, las actividades son normales en gran parte de la zona sur, e incluso en medio de la Cancha. Pues, los puestos de venta siguen abiertos, el transporte público y privado circula con total normalidad, así como la población irresponsable sale en familia en busca de alimentos o simplemente a distraer la vista.
“El control es solo en puentes, pasas eso y no te topas con policías o militares, nadie te molesta”, comentó don Javier, un taxista que prefiere salir a trabajar por las noches, ya que los pasajeros pagan más.
El taxista comenta, que nunca hubo una cuarentena como tal en la zona sur. “Solo a ratos todos cerraban sus negocios, a un principio cuando había patrullajes; ahora todo es normal”, relata.
Y de muestra solo un botón, ya que a las 18:30 la ruta que une la Cancha con la avenida 6 de Agosto se encontraba llena de vehículos y comerciantes, generando la trancadera que caracteriza esta zona. Además de mostrar que no existen controles y menos se ejecutan las sanciones anunciadas por la Alcaldía.
“Hasta las 9 solo trabajo hacia la zona sur, después voy por todo lado, ya no hay control en los puentes después de eso (…) Antes cerraban las calles con barandas o cintas, ahora ni eso ponen”, comentó el taxista.
Toda esta situación muestra que el trabajo de la Policía y Fuerzas Armadas no se cumple a cabalidad, aunque nadie puede culparlos, porque el trabajo de patrullaje debía ser conjunto con los guardias de Tráfico y Viabilidad de la Alcaldía, así como la Intendencia debería garantizar que todas las casetas cierren a las 16:00.
A esto se suma, la falta de control de las placas de vehículos durante el día, pese a que la normativa restringe la salida de motorizados según el último dígito; pero ya sea la falta de personal, el escaso interés o la confianza en la conciencia de la población, este aspecto tampoco se lo controla.