Hace dos semanas un adulto mayor que vivía en el Hogar San Roque de la ciudad de Potosí se indispuso porque aparentemente tenía el síndrome paramioplástico. Fue a la consulta médica y retornó al hogar. Se sospecha que fue ahí donde él se contagió el coronavirus porque falleció luego de 36 horas de su retorno al albergue.
“Teníamos 56 adultos mayores internados. Pero ahora tenemos 46. Desde ese entonces fallecieron 10 abuelitos entre 82 y 91 años. Fue dramática la situación”, relató la hermana María Osea, del Hogar San Roque que depende de la Iglesia.
La religiosa relató que los adultos mayores fueron enterrados como sospechosos y contó que se apoyaron en la caridad de la gente para cubrir los sepelios.
Osea aseguró que todos los adultos mayores fallecieron con síntomas de Covid-19, pero por falta de recursos no se realizaron las pruebas a todos. Sólo se realizaron los estudios a los últimos “tres que ya fueron confirmados”. “El último se confirmó hoy (ayer)”, relató la religiosa en una entrevista con Página Siete.
No es el único asilo que fue golpeado por el virus. En la ciudad de El Alto (La Paz) y la capital beniana de Trinidad también fallecieron otros 14 ancianos. En total, según reportes de la Iglesia, 23 adultos mayores murieron con Covid-19 en albergues, pero sólo nueve fueron confirmados por laboratorio a base de los reportes de las autoridades departamentales de salud.
Según el jefe de la Unidad de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes) Potosí Huáscar Alarcón, además de los decesos, otros 44 ancianos y trabajadores del Hogar San Roque -que también son adultos mayores- dieron positivo. “La mayoría está con diagnóstico leve y sólo uno está con signos graves, por lo que fue derivado al Centro Covid-19, donde recibe tratamiento con medicamentos”, explicó.
La delegada de la Defensoría del Pueblo en Potosí Wilma Martínez aseguró que el resto de los adultos mayores están en el albergue cumpliendo un aislamiento estricto. “A todos se los ha encapsulado. Hubo otro grupo que no dio positivo. Los integrantes están aislados en otro sector del hogar”, indicó.
Martínez explicó que en el hogar la mayoría de los adultos mayores están abandonados, son personas que no tienen familias y que fueron recogidos de las calles. “Nosotros incluso llevamos a los abuelitos a ese hogar”, dijo y aseguró que el municipio de Potosí sólo cuenta con este hogar para personas de la tercera edad. “El departamento sí tiene otros asilos en Llallagua, Villazón, Uyuni, Tupiza y Cotagaita, pero en la ciudad es el único”, sostuvo.
La misionera de la caridad relató que luego de que el Sedes se hizo cargo de la atención al hogar, “retornó un poco la tranquilidad” porque recibieron donaciones como vitamina C y zinc, además de pañales. “Pero eso sólo nos servirá para dos días. Luego qué haremos”, dijo la hermana y pidió a la población ayudar al hogar de adultos mayores.
Ante esta situación, la Gobernación, Defensoría del Pueblo, Cruz Roja, PAC, Gacip, Sedeges y Sedes lanzaron ayer una campaña para ayudar a este centro de acogida.
No es único asilo que requiere ayuda. Hay otros 26 centros de acogida para adultos mayores que son administrados por la Iglesia.
En Trinidad (Beni) el único hogar para adultos mayores depende de la Iglesia y requiere ayuda. El virus golpeó a este albergue, pero el brote de la enfermedad se logró controlar. Desde hace tres semanas fallecieron 10 adultos mayores en este asilo, de ellos sólo se realizaron pruebas al tres y los resultados dieron positivo a Covid-19.
“La enfermedad es fulminante. Aunque no sabemos cómo ingresó el virus, hemos tenido varias bajas de nuestros adultos mayores”, relató una de las hermanas que prefirió guardar su nombre en reserva.
Relató que ante el brote del virus el hogar fue encapsulado para ayudar a los ancianos. De acuerdo con la jefa de Epidemiología del Sedes Beni Fabiola Campos, “en el hogar de ancianos han fallecido tres”. Explicó que otros siete también dieron positivo. “(En la actualidad) están siendo vigilados con el personal que tienen ahí (en el centro de acogida)”, aseguró.
En la ciudad de El Alto también se registraron tres decesos en un hogar para adultos mayores administrado por la Iglesia. Hay además otros 12 con sospecha de Covid-19. “Hoy realizaron la toma de muestras y esperamos que en 24 a 48 horas se cuente con los resultados”, dijo el director de Salud del municipio de El Alto José Luis Ríos.
La autoridad municipal prefirió no dar el nombre del asilo porque indicó que la gente “toma represalias contra las personas” (que tienen coronavirus o son sospechosas del virus).
Un día antes, el secretario de Gobernanza de la Alcaldía de El Alto Henry Contreras reportó el deceso de una persona de la tercera edad. “Tenemos un adulta mayor que lamentablemente falleció y dio positivo; también han muerto otros tres ancianitos y se les ha tomado las muestras; estamos esperando los resultados de estas tres muertes para ver si son por Covid-19”, dijo en un contacto con los medios.
Según las hermanas que reciben y atienden a los adultos mayores, ellas toman los recaudos necesarios para evitar el ingreso del coronavirus a los centros de acogida, pero existen algunos factores externos que provocaron el ingreso del virus a los recintos.
Explicaron además que desde Caritas existe una coordinación para que todos sigan los protocolos de bioseguridad. “Han creado incluso un grupo de WhatsApp, pero lamentablemente no todos contamos con celulares”, dijo una hermana del hogar de El Alto.
Los más vulnerables
Tragedia De acuerdo con datos de la London School of Economics en cinco países europeos (Italia, España, Irlanda, Bélgica y Francia), entre 42% y el 57% de todas las muertes relacionadas con el nuevo coronavirus se produjeron en residencias de adultos mayores.
Situación Según el portal www.perfil.com, la Sociedad Belga de Gerontología y Geriatría dijo a los médicos que las personas mayores y más débiles que contrajeran el coronavirus debían morir en las residencias y no en los hospitales, para no colapsarlos. La cifra de muertes por coronavirus registradas en las residencias de ancianos de Madrid (España) podría ser cinco veces más alta a la oficial, con casi 3.500 víctimas a las que no se practicó prueba. Agencias