Seis de las sentencias ya fueron confirmadas por el Tribunal Supremo y pueden ser ejecutadas en cualquier momento. Todos los casos se han dado en la ciudad de Urmía, noroeste del país (cerca de la frontera con Turquía e Irak), y los activistas sospechan que se está recuperando un castigo que si bien figura en la legislación iraní, se había dejado de aplicar por ser inhumano y generar críticas en la población.
El último caso se dio a conocer hace solo unas semanas, informó Kurdistan Human Rights Network (KHRN), la organización que ha seguido las sentencias. En esa fecha trascendió que un hombre de 32 años había sido condenado a sufrir la amputación de cuatro dedos de la mano derecha.
Depende de cada juez su aplicación, las sentencias dictadas hasta ahora ordenan que se corten completamente cuatro dedos de la mano derecha, dejando solo el pulgar.