El partido de playoffs de la NBA entre Milwaukee Bucks y Orlando Magic fue escenario de un boicot inédito. Luego del ataque policial contra el ciudadano afroamericano Jacob Blake sucedido el 23 de agosto en Wisconsin, los jugadores decidieron no saltar al terreno de juego y la liga anunció que pospuso todos los compromisos que debían jugarse hoy.
Además, se convocó a todos los jugadores en la burbuja de Disney a participar de una reunión para decidir cómo continuar. Incluso se baraja la posibilidad de dar por finalizada la temporada. “Estamos cansados de los asesinatos y la injusticia”, declaró el base de los Bucks, George Hill, al periodista Marc J. Spears de The Undefeated.