La zona de Marquina al norte del municipio de Quillacollo mostró ayer su potencial en la feria del “Pamp´aku y el pacay”, deleitando con la comida, pero también sorprendiendo a la población con pacays de hasta más de un metro de largo.
PACAYS
Los productores de esa dulce fruta, ofrecieron a la población una gran cantidad de pacays que crecen en varios huertos familiares que aún sobreviven pese al avance casi incontrolable de la mancha urbana y las construcciones.
En los puestos de venta se podían encontrar desde pacays pequeños, hasta otros que median más de un metro, causando el asombro entre las familias asistentes a la feria y también entre las propias autoridades municipales.
No solo se vendió la fruta como tal, sino que se ofrecieron productos derivados del pacay, como jugos y postres, mermeladas e incluso guarapo que fueron adquiridos por la población.
COMIDA CON UN SHOW EN VIVO
Por otro lado, en la feria se disfrutó del delicioso pamp´aku preparado tradicionalmente bajo tierra.
En esta feria que organizó la Alcaldía de Quillacollo y que busca reactivar poco a poco la economía del sector que se vio afectada por la pandemia del coronavirus en los últimos dos años, hubo también la participación de varios grupos musicales y demostraciones de paracaidismo.