En el municipio de Sacaba se tiene las tradiciones arraigadas y la Festividad de Todos Santos no es la excepción y así lo evidenció una familia que después del volteo de la mesa o mast’aku realizó la “cacharpaya”.
La ‘Cacharpaya’ o alma cacharpaya, significa en quechua despedir o despedirse lo habitual es que para despedir el alma se comience a rezar mientras “un hombre se disfraza de padre –sacerdote- y otro del difunto”, este último tiene que realizar los mismos gestos que la persona fallecida, lo tiene que imitar. Es una forma de recordarlo por cómo era y cómo actuaba, un recuerdo que muchas veces es el que más rápido se desvanece.
Quienes circulaban por la carretera ayer pudieron observar una pequeña cacharpaya en la que el sacerdote disfrazado iba con una ramita repartiendo bendiciones, este corría de un lugar a otro, bendecía a los dolientes que acompañaban el caminar del difunto y el religioso, pero también quienes se encontraban por el lugar.
Esta tradición va perdiéndose, pues ya solo se la ve en lugares alejados en zona rurales o periferias de los municipios del eje central. Sin embargo, esta no es la única costumbre que va dejando de ser practicada, pues otra de las tradiciones es el armar una rayuela de barro, en la casa donde se hizo la mesa del mast’aku, y las parejas de rodillas lleguen a esta, y con las manos atrás se inclinen y levanten un vaso con la boca y tomen “seco”.
