Un posible robo de dinero rodea el feminicidio de Felipa Flores Argote hallada sin vida el pasado 29 de octubre en la habitación # 230 del Hotel Bradel en la localidad de Puerto Quijarro.
La mujer ingresó al Hotel acompañada de Guilmar Muñoz de Oliveira quien horas después abandonó el alojamiento dejando sin vida a la mujer asfixiada con la cuerda de una cortina.
El sospechoso fue aprehendido cuando se apersonó al Hotel preguntando acerca lo ocurrido y la Fiscalía cree que pudo haber participado en complicidad con el autor material del crimen.
Un familiar que se identificó como Silverio Jallita Maldonado declaro al corresponsal de este diario digital, que Felipa antes de la cuarentena por el Covird-19, viajo por cuestiones de trabajo a Sau Paulo (Brasil) dejando a su hijo de 12 años a cargo de su madre.
El 29 de octubre la mujer se comunicó con sus hermanos para indicarles que se retornaba a Bolivia por Corumbá. «Ella no tenía pareja desde que se separó de su marido y padre de su hijo, no conocimos que ella estaba saliendo con alguien», dijo el familiar.
Silverio pidió a las autoridades del Ministerio Público agilizar la entrega del cadáver de Felipa que fue enterrada en una fosa común de esa localidad para que sea trasladada hasta la ciudad de Cochabamba para ser enterrada.
La víctima tiene domicilio en la ciudad de Montero donde vivió 10 años y ante la crisis por falta de trabajo decidió marcharse a Brasil.