Pobladores de una comunidad alejada del municipio de Morochata se percataron de una tumba superficial al interior de un antiguo cementerio de la zona, donde al revisar el lugar se sorprendieron por la presencia del cuerpo de un infante que se encontraba enterrado en una tumba superficial.
“Tenemos el levantamiento legal de un neonato, a denuncia de personal médico de Morochata es que la policía se constituye a un excementerio de esa comunidad donde se encontraba un neonato que había sido enterrado aproximadamente a unos cincuenta centímetros de profundidad”, informó al respecto el comandante regional del valle bajo, Cnl. Gilmar Quilla Assaf.
El infante tendría cerca de dos meses de nacido y su tumba estaba cubierta por paja y algunas ramas.
“Estaba tapado con ramas, este neonato estaba cubierto con algunas frazadillas y encima con tierra y paja brava”, agrega.
Quilla explicó que tras entrevistas realizadas a algunos comunarios estos señalaron desconocer la identidad de los posibles progenitores, “hechas las primeras investigaciones resulta que no existen padres, nadie conoce de quien podría ser el neonato, ha sido trasladado al IDIF para que se haga el examen médico legal y se determine el tiempo y la data desde cuando se encontraba enterrado”, explicó.
Tras la autopsia realizada al cuerpo del menor se habría descartado la posibilidad de un presunto hecho de infanticidio; sin embargo, el caso, continua en proceso de investigación.