Un hisopado de COVID se convirtió en un calvario para una mujer enArgentina que, desde hace cinco meses, espera una solución para el problema que sufre como consecuencia de que le hicieran mal la prueba.Claudia es acompañante terapéutica y tuvo que realizarse hisopados de forma diaria para trabajar. No obstante, denunció que el test que le hicieron en una clínica privada le provocó una infección en la nariz que se agravó y que perdió la división existente entre las fosas nasales.
Primero fue una sensación de picazón, pero a medida que siguieron pasando los días advirtió que le “salía una especie de sangre gelatinosa constantemente” y se le estaba brotando la cara.
Lo único que reclama la mujer es que le practiquen una cirugía de reconstrucción, que actualmente tiene un valor cercano a los 200 mil pesos. “El doctor me dijo que si sigo así la infección puede subir al cerebro y puedo morir”, agregó desesperada. Agencias