La patada de un paciente a un auxiliar de enfermería terminó con el trágico deceso del trabajador del Hospital Fundación Instituto San José de España. El hecho cobra mayor notoriedad porque existe la denuncia de que la víctima de agresión no recibió atención necesaria, pese a que trabajaba en un centro de salud.
El hecho se registró el 15 de febrero, cuando Juan Alfonso R. P., que trabajaba como auxiliar de enfermería, desarrollaba sus labores como era de costumbre en el pabellón San Nicolás, un área en la que los profesionales deben trabajar con pacientes con graves problemas de salud mental.
De un momento a otro, un paciente le puso las manos al hombro a Juan Alfonso y seguidamente le propinó una fuerte patada en los testículos, relata El Mundo de España.
”El trabajador cayó al suelo lateralmente, perdió la consciencia y se quedó pálido e inconsciente durante unos instantes” hasta recuperar los sentidos, denunciaron desde el sindicato del centro de salud.
Tras recuperar la conciencia, el auxiliar fue trasladado a una enfermería; sin embargo, en ningún momento fue atendido por un médico y tras dejarlo en reposo una hora y media, los responsables del hospital informaron que podía marcharse a casa y le facilitaron asistencia para que acuda a la ‘mutua’, un sistema similar al de la Caja Nacional de Salud de Bolivia, pues la agresión era considerada un accidente laboral.
Sin embargo, debido a la hora, el trabajador no pudo acercarse al médico el mismo día que sufrió la agresión y falleció horas después.
Desde el sindicato, insisten en que habían advertido a la dirección del hospital que “era necesario un protocolo de agresiones físicas, especialmente entre los trabajadores que deben tratar con pacientes psiquiátricos”. Sostienen que dichas observaciones siempre fueron obviadas.
Además de la denuncia interpuesta a la Inspección de Trabajo, la familia del trabajador fallecido y el sindicato estudian exigir responsabilidades civiles y penales a los responsables de este centro propiedad de la orden religiosa de San Juan de Dios. Agencias