Un aberrante episodio tuvo lugar en una pequeña localidad llamada Pozo de Maza, en Formosa, donde una mujer enterró a su nieto recién nacido vivo en un chiquero, en el que se habría convertido en alimento de porcinos. De acuerdo a un testigo presencial del nacimiento que confirmó que el bebé nació con vida, ante la desaparición del recién nacido, se inició una investigación.
En ese marco, intervino la Jueza de Instrucción y Correccional de la Tercera Circunscripción Judicial de la Provincia con asiento en La Lomitas, Dra. Gabriela Soledad Plazas, quien ordenó un allanamiento en el campo ganadero donde iniciaron la búsqueda del niño en todo el inmueble, durante dos días.
Según la reconstrucción que se pudo elaborar a partir de la investigación, se estableció que el bebé fue enterrado superficialmente con vida en un chiquero, cuyo cuerpo fue desenterrado por los porcinos, para alimentarse del niño. Agencias