Durante el gobierno de Evo Morales se espiaba llamadas y mensajes de teléfonos celulares a través de una red de falsas antenas de telecomunicaciones que operaban en lugares estratégicos de la ciudad de La Paz, según revela un estudio realizado el 2019 por South Lighthouse, como parte de su proyecto Fake Antenna Detection (FADe por sus siglas en inglés), en las ciudades de Caracas, México y La Paz, con el objetivo de detectar la vigilancia de teléfonos celulares en contextos de riesgo en América Latina.
En las tres ciudades, al cabo de un monitoreo continuo durante 90 días, recopiló más de dos millones de mediciones, a través de 21 pruebas que buscaron inconsistencias en un ecosistema de 6331 antenas, y detectó 87 antenas sospechosas.
Las antenas falsas pueden obtener el número IMSI e IMEI de un celular, el contenido de las llamadas y mensajes de texto, así como acceder a los archivos de los dispositivos en su rango.
En el caso de la ciudad de La Paz, el estudio se llevó a cabo entre marzo y mayo de 2019 y realizó más de 500.000 mediciones en un ecosistema de 1539 antenas. La investigación ubicó 17 antenas con irregularidades, que están marcadas en un mapa de ubicación con círculos rojos, en áreas próximas a oficinas del ejecutivo y legislativo, medios de comunicación, sedes de organizaciones sindicales, organizaciones sociales y de derechos humanos, así como dependencias militares.
Al menos cuatro antenas están registradas bajo el nombre de empresas que no existen y hay otras tres que figuran bajo el código país de Etiopía, lo cual es absolutamente extraño y sospechoso.
Según el reporte de la investigación “existen razones para pensar que el ejército está entrenando en el uso de esta tecnología. Las cuatro antenas detectadas a lo largo del estudio con irregularidades que llegan a niveles desproporcionados están situadas en la base del Círculo de Oficiales del Ejército (COE), en la zona de Irpavi. Las otras 13 antenas cubren parcialmente el centro de la ciudad”.
En el radar de las antenas con irregularidades, aparecen los edificios del Municipio de La Paz, el Palacio Legislativo, ministerios y otras instituciones de la administración pública. Asimismo, están la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y las oficinas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB).
En el caso de Bolivia se desconoce desde cuándo existen esas falsas antenas, pero se sospecha que el espionaje de llamadas tiene larga data y que los “pinchazos” durante el gobierno del MAS han sido frecuentes.
Se consultó a la ATT si era posible la instalación de antenas de espionaje en el país y a instancia respondió: “Si las están instalando, las únicas que podrían son: las fuerzas de seguridad del Estado como la Policía y el Ejército. Ministerio de Defensa y Ministerio de Gobierno”.
El 2011, el propio ex presidente Evo Morales presentó durante una entrevista en el canal estatal BTV, un registro de llamadas telefónicas que presuntamente realizaron dirigentes indígenas a funcionarios de la Embajada de los EEUU en medio de la marcha en defensa del TIPNIS.
Un personero de South Lighthouse advirtió que es poco probable que de mayo de 2019 a la fecha se hayan desmantelado las falsas antenas y, por tanto, está aun latente que el espionaje de llamadas y mensajes de teléfonos celulares persista en la actualidad. Agencias.