Consuelo Rivero Hoyos, nació el 15 de octubre de 1982 en Santa Cruz. Es denunciada como la mujer de las mil y una estafas. Vive en Perú donde es noticia y conocida como ‘la estafadora de Tinder’, red social en la que presentaba una imagen cercana a la perfección y con este perfil conseguía lo que quería: estafar y obtener dinero, principalmente de empresarios. Una de sus víctimas principales en Perú, Germán Chirinos, se animó a hacer pública la denuncia y, al final, confesó que “fue una mala experiencia, una persona de las más malas que he conocido en mi vida”.
Su historial en Perú es el que ocupó los principales titulares de la prensa, pero… ¿cuál es su pasado en Bolivia? Documentos oficiales a los que accedió El Deber en Santa Cruz señalan que fue encarcelada un año por estafa a incautos con anticréticos, venta de motorizados y otros.
Pero eso no es todo. Los expedientes señalan que hizo meter presa a su pareja, otra de sus víctimas, un joven que llegó de Estados Unidos y cuando ella estuvo en la cárcel de Palmasola se valió de sus atributos físicos, su elegancia, y enamoró a los policías a cambio de que maten a su ex, pero al final el hombre salvó su vida porque fue escuchado por la justicia.
LLEGÓ DE EEUU Y LA CONOCIÓ
Registros de la justicia, de la Policía, de la Dirección Nacional de Penitenciaría y de la Fiscalía, señalan que la vida delictiva de Consuelo Rivero Hoyos fue descubierta en 2011. Estuvo un año presa en Palmasola y luego logró la libertad.
Todo comenzó cuando el joven Juan Carlos Arauco, llegó de Estados Unidos donde logró acumular dinero para instalar un negocio. Conoció a Consuelo Rivero Hoyos y fue amor a primera vista. Arauco es de Cochabamba y tenía una tía en esa ciudad. Su tía le contó que tenía una casa grande y vacía en Santa Cruz ubicada cerca de la Universidad Gabriel René Moreno. Le pidió que la habitara porque tenía miedo que alguien la ocupe. Fue así que Arauco se va a vivir allí con Consuelo y los dos hijos de ella.
A la semana, Arauco recibe la noticia que su tía falleció en Cochabamba y viaja a enterrarla, pero tardó ocho días. Ese tiempo fue aprovechado por Consuelo para colocar ofrecer la vivienda en anticréticos y a bajo costo. De este modo recibió $us 50.000. Cuando regresó Arauco, ella no estaba, se había ido a Cochabamba, donde se compró un departamento en el edificio Palmetto.
TE SALVASTE, TE ÍBAMOS A MATAR
Consuelo Rivero era buscada en todo el país, hasta que fue detenida en Cochabamba. Pero también fue detenida su expareja, Juan Carlos Arauco debido a que la Fiscalía presumía que era su cómplice. Después de un año ambos fueron llevados ante el juez, ahí se evidenció que Arauco era una víctima más.
Sorprendió que los policías de la cárcel, en plena audiencia le confesaron a Arauco la estrategia macabra: “Te salvaste, te íbamos a matar”. Consuelo los había enamorado y convencido para que lo eliminen, pero se salvó. Arauco, perdió la casa de su tía, su dinero que ganó en Estados Unidos y su libertad durante un año. Desde 2011 a 2012, la Felcc en Santa Cruz registra al menos siete causas por estafa agravada. Agencias