Agua y jabón
Solo la fricción al tallar con agua y jabón puede romper la envoltura protectora del coronavirus. «Frota como si tuvieras algo pegajoso en la superficie y realmente necesitas quitártelo», dice Richard Sachleben, químico orgánico y miembro de la American Chemical Society. Desecha la toalla o déjala en un recipiente con agua jabonosa por un rato para destruir las partículas de virus que puedan haber sobrevivido.
Blanqueador o cloro
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan una solución diluida de cloro (⅓ taza de cloro por 1 galón de agua o 4 cucharaditas de cloro por 1 litro de agua) para la desinfección del virus. Usa guantes mientras uses cloro y nunca lo mezcles con nada que no sea agua. (La única excepción es cuando lavas la ropa con detergente).
“El cloro funciona muy bien contra los virus», dice Sachleben. Simplemente no conserves la solución por más de unos pocos días porque el blanqueador degradará ciertos recipientes de plástico.
El blanqueador también puede corroer el metal con el tiempo, por lo que Sachleben recomienda que las personas no tengan el hábito de limpiar sus grifos y productos de acero inoxidable con él. Debido a que el cloro también es duro para muchos mostradores (encimeras), debes enjuagar las superficies con agua después de desinfectarlas para evitar la decoloración o el daño a la superficie.
Alcohol isopropílico
Las soluciones de alcohol con al menos 70% de alcohol son efectivas contra el coronavirus. No diluyas la solución de alcohol. El alcohol es generalmente seguro para todas las superficies, pero puede decolorar algunos plásticos, dice Sachleben.
Peróxido de hidrógeno
Según los CDC, el peróxido de hidrógeno doméstico (3%) es eficaz para desactivar el rinovirus, el virus que causa el resfriado común, en 6 a 8 minutos de exposición. El rinovirus es más difícil de destruir que los coronavirus, por lo que el peróxido de hidrógeno debería poder descomponer el coronavirus en menos tiempo. Échalo sin diluir en una botella de espray y rocíalo sobre la superficie a limpiar, pero déjalo reposar en la superficie durante varios minutos.
El peróxido de hidrógeno no es corrosivo, por lo que está bien usarlo en superficies metálicas. Pero similar al blanqueador, puede decolorar las telas si accidentalmente se derrama en tu ropa. «Es genial para entrar en grietas o ranuras difíciles de alcanzar», dice Sachleben. «Puedes echarlo en el área y no tienes que limpiarlo porque esencialmente se descompone en oxígeno y agua”. Agencias