A finales de marzo, cuando la pandemia de coronavirus ya había desembarcado con una potencia arrolladora en los Estados Unidos, la figura de Karl-Anthony Towns se hizo viral en las redes sociales cuando contó, entre lágrimas, su tristeza porque su madre había sido internada y estaba atravesando lo peor de la enfermedad. “Su fiebre no bajaba. Además sus pulmones estaban cada vez peor, su tos también empeoraba y tenía problemas para respirar, por eso la tuvieron que poner un respirador”, confesó la torre de 2.13 metros.
Con el paso del tiempo, su relato a través de un video que publicó en su cuenta de Instagram, se convirtió en tragedia: su madre murió. Pero no fue la única pérdida de la familia que lamentó el afro dominicano-estadounidense que es la estrella de los Minnesota Timberwolves.
En las últimas horas, y mientras se pone a punto para comenzar la nueva temporada de la mejor liga del mundo del básquet, Towns brindó un estremecedor relato sobre las muertes por COVID-19 que golpearon a su familia. “No creo que volver al básquetbol sea una forma de terapia, ya que mi madre y los miembros de mi familia que fallecieron no me verán jugar y esa alegría que me provocaba ya no existirá”, explicó el pivot de 25 años.
“Anoche recibí una llamada diciendo que había perdido a mi tío. Siento que la vida me ha endurecido y humillado. Vi muchos ataúdes en los últimos siete meses”, expresó el jugador en diálogo con ESPN.