El instituto de bellas artes Raúl G. Prada se cae a pedazos, son múltiples las falencias, daños y la situación genera temor en los estudiantes y maestros.
“Es muy peligroso para que nuestros estudiantes pasen clases porque en algunas zonas se están cayendo el plafón y aquí en los pasillos cuando salen al recreo es más peligro, todo el alero se está cayendo, es muy peligroso para los estudiantes”, señaló una de las maestras.
Paredes, pisos con rajaduras, cielo falso con revoque que se cae, ramplas inutilizables y que son prácticamente un peligro, así se encuentra el instituto.
“El instituto tiene bastantes daños en la infraestructura, algunas partes del techo se están cayendo y hay bastantes grietas”, agregan estudiantes.
Explican que cuando empezaron a usar ya contaba con algunas falencias y con el paso del tiempo la situación del lugar empeoró.
“Con el tiempo ha ido deteriorándose mucho más”, añadió otro maestro.
Reprochan que cuando piden que se hagan refacciones, la Alcaldía y la Gobernación se deslindan de responsabilidades: “Entre ambas se pasan la bolita (…) que por favor vengan y se cercioren del estado en el que está la institución y hagan algo».
La obra fue construida por la UPRE dentro del programa ‘Evo cumple’, fue terminada en 2014 y demandó una inversión de 13,1 millones de bolivianos por varios años, no fue ocupada, su deterioro inició y pese al mismo el instituto pidió ser trasladado ahí por el estado de su anterior infraestructura.
Desde la dirección de Desarrollo Humano de la alcaldía, anunciaron que el lugar sería cerrado y se buscaría un nuevo espacio para el instituto.
“La documentación legal con la que contamos no es clara, no está establecido si realmente este es un instituto, es educación regular, es un tema muy complejo”, explicó Jenny Rivero.
La autoridad aseguró que tanto Gobernación y Municipio analizaran su situación y buscaran una solución.