El expresidente y jefe del MAS, Evo Morales, anunció este sábado que continuará denunciando corrupción y encubrimiento al narcotráfico como una forma de defender al gobierno de Luis Arce y al proceso de cambio.
“No importa que sigan implementando el plan negro, lo verdaderamente importante es que se luche contra la corrupción y contra el encubrimiento del narcotráfico”, escribió en su cuenta de twitter Morales, quien levanta sospechas contra algunos ministros, pero no se anima a identificarlos
Morales ha insistido en denunciar que desde algún sector del gobierno se elabora un “plan negro” para desprestigiarlo y ligarlo con el narcotráfico.
Sin embargo, la respuesta más contundente salió de la Asamblea Legislativa donde el diputado del MAS, Rolando Cuéllar, afirmó tener pruebas para asegurar que Morales busca desestabilizar al gobierno de Lucho y David con varias denuncias sin respaldo.
En ese contexto se ratificó que entre Evo Morales y el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho hay un vínculo a través del peruano Walter Chávez y una extraña coincidencia en sentido que ambos quieren cambiar la Constitución para dar paso al federalismo. En declaraciones a la prensa, Cuéllar manifestó que el país, las organizaciones sociales y la gente no sabe que Evo Morales intentó en seis oportunidades propiciar un golpe porque “está desesperado para volver al poder”.
Desde Santa Cruz, el analista Luis Alberto Ruiz dijo que la falta de unidad en el MAS y en el Gobierno generan una gran inestabilidad política y económica, abriendo anticipadamente carrera interna para las elecciones de 2025.
Ruiz afirmó que, en esa intención, Morales critica fuertemente a algunos ministros y no está lejos el hecho que el presidente Arce tenga que lidiar, ya no con la oposición, sino con el expresidente y con los resultados de la economía.
Advirtió que, si Evo Morales y las autoridades de gobierno no logran ponerse de acuerdo y se aplica el “plan negro”, significará un viraje de consecuencias muy catastróficas. Agencias