“Nosotros durante este tiempo normalizamos situaciones distintas. En otros países el presidente del partido no es el presidente del Estado. El nuevo contexto es simplemente distinto: Evo Morales es el presidente del partido y se ocupará de la conducción ideológica del partido”, dijo Adriana Salvatierra, expresidenta del Senado.
“Evo va a jugar un papel importante ya no desde el gobierno o la administración pública, sino desde la dirigencia política en Bolivia y en la región. Ha sido y va a seguir siendo muy respetuoso de Luis (Arce) y de David Choquehuanca como cabezas de gobierno de Bolivia, no va a pugnar poder con nadie, y está dispuesto a ir a la base para consolidar el proyecto político”, explicó, en una entrevista con el diario argentino Página 12, Gabriela Montaño, exministra de Salud y expresidenta de las cámaras de Senadores y Diputados.
“El binomio que está ejerciendo el Gobierno es un binomio legítimo, que ha ganado por propio mérito la Presidencia y la Vicepresidencia del Estado. Pero la dirección política y estratégica del proceso es de Evo Morales”, dijo Carlos Romero, exministro de Gobierno y de la Presidencia.
De momento, el papel de Evo Morales lo aclaran sus ex. Pese a que volvió al país y demostró su fuerza y vigencia en una concentración multitudinaria, su nombre aún no ha sido pronunciado en un acto público por Luis Arce Catacora, presidente del Estado, ni por David Choquehuanca, vicepresidente. El 11, en lugar de ir a su encuentro en Chapare, como se esperaba, Arce resolvió todo con un tuit: “Saludamos la gran concentración de bienvenida que se realizó hoy en #Chimoré para recibir a nuestros hermanos @evoespueblo y Álvaro García. Desde la Casa Grande del Pueblo acompañamos este emotivo encuentro trabajando unidos en la reconstrucción de #Bolivia. #VamosASalirAdelante”, escribió. Agencias