Acaba de lanzar Volveremos y seremos millones, una publicación en la que dedica un capítulo a ese referendo, que es considerado como el punto de origen de lo que terminó siendo su salida de la Presidencia.
El expresidente Evo Morales publicó el 1 de septiembre su libro Volveremos y seremos millones, centrado en lo que para él fueron los sucesos postelectorales, su salida del poder, el exilio y -según su visión- la lucha para que Bolivia vuelva a gobernarse. El líder del MAS, que desde diciembre está en Argentina, dedica un capítulo al 21F, que es considerado como el origen de lo que terminó siendo su caída.
Morales se remonta a cinco años atrás en su primer capítulo titulado El día después de la mentira, cuando -sostiene- a unos meses de comenzar su tercer mandato, las organizaciones de su partido ya se habían trazado el objetivo de buscar su reelección con miras a los comicios de 2019.
El 21 de febrero de 2016 celebramos un referéndum popular en Bolivia. Un referéndum que preguntaba por Sí o por No, sobre una eventual reforma de la Constitución Política del Estado (CPE). Una reforma que daría a toda la ciudadanía un derecho que la Constitución recortaba. El derecho a la repostulación, sin límites, dice Morales en los primeros párrafos de su publicación.
El ahora jefe de campaña del MAS sostiene que fue Juan Carlos Trujillo, ex secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), quien en una reunión con la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) expresó: Debe continuar Evo…. El exmandatario indica que en esa oportunidad ofreció asistencia técnicojurídica a los que plantearon la propuesta de buscar su cuarto mandato.
Fue así que, según Morales, el 17 de septiembre de 2015 -nueve meses después de las elecciones generales de 2014- Trujillo entregó a José Alberto Gonzales, entonces presidente de la Cámara de Senadores, la propuesta de reforma constitucional para habilitarlo para 2019.
Ese mismo mes, el Legislativo anunció un referendo para la consulta en 2016 y el 5 de noviembre el Tribunal Supremo Electoral (TSE) oficializó la convocatoria para el 21 de febrero de 2016 (21F).
Lo mejor es someternos al pueblo, si el pueblo dice no, qué podemos hacer. ¿No vamos a hacer golpe de Estado? Tenemos que irnos callados, fue la declaración que hizo Morales el 14 de enero de 2016, un compromiso que no menciona en su libro.
Morales sostiene que perdió el referendo por falta de 70 .000 votos. No obstante, el TSE estableció una diferencia de 136.382 votos entre el Sí y el No. Esta última opción fue la ganadora.
Muchos de los que votaron que NO votaron otra cosa. Votaban NO en contra de la persona del presidente Evo Morales. Porque en ese verano me habían acusado de desconocer a un hijo mío y de maltratar a su madre. Votaron por una mentira. Porque era mentira. El hijo del Evo Morales con la Gabriela Zapata no existía. Nunca había sido. La madre había mentido. Nunca había sido madre, escribe Morales rechazando la derrota del 21F.
No obstante, fue el mismo Morales quien el 5 de febrero de 2016 reconoció haber tenido un hijo con Zapata. Evidentemente a la Gabriela Zapata Montaño conocí el 2005, la verdad era mi pareja. El 2007 tuvimos un bebé y lamentablemente, nuestra mala suerte, ha fallecido, tuvimos algunos problemas y a partir de ese momento nos distanciamos, dijo en una conferencia de prensa en la ciudad de Santa Cruz.
Asimismo, el exvicepresidente Álvaro García Linera señaló, en una entrevista en el programa No Mentirás el 2 de marzo de 2016, que Evo contó que conoció a su hijo cuando era bebé, pero que enfermó y acordaron llevarlo al extranjero para que tenga un tratamiento médico y que al regresar a Bolivia ella le dijo que el bebé murió. De la relación del presidente Evo con la señora (Zapata) nace un hijo, Evo lo reconoce, el niño bebé se enferma, coinciden madre y padre de ayudar económicamente para que tenga un tratamiento médico fuera del país; regresa e informa a Evo que no se puede curar. Evo insiste en ver al bebé enfermo, dijo García Linera.
Según el libro de Morales, Zapata después del referendo admitió que le pagaron para mentir, y que ante aquello los movimientos sociales buscaron otra figura jurídica para habilitarlo como candidato. No podía haber triunfado una mentira, no iban a tolerar la victoria de una mentira, del engaño, apunta.
El exmandatario omite que el caso Zapata salió a la luz por una denuncia de tráfico de influencias que empañó a su gobierno. La expareja de Morales fue detenida el 26 de febrero de 2016 y el 23 de mayo de 2017 fue condenada a 10 años de cárcel por legitimación de ganancias ilícitas, asociación delictuosa, falsedad ideológica, uso de instrumento falsificado, contribuciones y ventajas ilegítimas, y uso de bienes y servicios públicos.
Luego Morales sostiene que en un congreso del MAS en diciembre de 2016, en Montero (Santa Cruz) cinco mil compañeros dijeron Evo debía ser candidato y establecieron cuatro o cinco líneas jurídicas para tal cometido. Finalmente se decidió la línea de la consulta al Tribunal Constitucional, dice Morales.
¿Qué busca Morales con este primer capítulo? Los analistas Sonia Montaño y Miguel Serrano ven que el expresidente busca recomponer su imagen en una narrativa respecto al 21F, justificar su continua búsqueda para retornar al poder, y dar respuesta a nivel internacional a quienes sostienen que el desconocimiento del 21F fue el punto de partida de la crisis política.
Evo Morales demostró ser un mentiroso compulsivo, como patología ya de personalidad, y puede acomodar los hechos de acuerdo a sus intereses antes y después del referendo del 21F y ante otros casos donde tergiversa la realidad. Creo que ahora busca recomponer su imagen internacional en la narrativa del 21F, indica la socióloga Sonia Montaño.
En su opinión, los grupos y personalidades que apoyan a Evo Morales a nivel internacional, empezaron el discurso de que hubo un golpe de Estado, sin tomar en cuenta el 21F y esta mención que hace en sus memorias es un intento para dar respuesta a los organismos, como la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, que identifican la importancia del 21F y entienden la conducta sistemática del expresidente para violar la Constitución.
El analista Miguel Serrano también coincide en que el texto escrito por Morales busca justificarlo y presentar una imagen de que él es una víctima, pero en su opinión al citar la polémica relación con Gabriela Zapata también puede buscar aplacar otras denuncias actuales en su contra.
Él no hace referencia a nada que sea en su contra, busca justificarse y está queriendo ganar una imagen de que siempre ha sido víctima. Creo que además este texto es una respuesta directa a lo que hoy se está discutiendo, que es su candidatura. Él ya sabía que no podía ser candidato, pero estoy casi seguro que citará su libro y dirá desde el 21F que me difaman inventando hijos, que tengo novias pequeñas, niñas, para perjudicarme, manifiesta Serrano. Agencias