Evo rompió el silencio en torno a las acusaciones que lo vinculan con Cindy Saraí, quien asegura haber tenido una relación con él cuando era menor de edad. “Si no hay víctima, no hay delito”, declaró Morales al negar cualquier vínculo sentimental con la joven y rechazar la versión de que existe una hija fruto de esa relación.
Los hechos se remontan a cuando Cindy Saraí tenía 16 años y Morales, entonces presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, 57. Hoy, Cindy es mayor de edad y vive escondida junto a su hija, quien, según denuncias, tuvo que cambiar de apellido tras presiones ejercidas por su entorno. Originalmente, la niña llevaba el apellido Morales.
De acuerdo con testimonios, la situación ha golpeado severamente la vida de ambas. La menor dejó la escuela y Cindy abandonó la universidad y su trabajo por temor y hostigamiento. “No puedo salir tranquila, tengo miedo”, habría confesado Cindy a personas de confianza.
Mientras tanto, Evo Morales insiste en que las denuncias son parte de una campaña en su contra. “No hay pruebas, no hay víctima”, sentenció el exmandatario en recientes declaraciones.
