Álvaro Mejía, presidente del club Bata de Cochabamba, considera que el colombiano Edgar Leandro Osuna, quien junto al argentino Iván Damonte gerenciaron el club un par de meses (habían firmado un contrato por cinco años), está involucrado en la estafa a jóvenes que sueñan con ser jugadores profesionales y que a principio de año engañó a nueve de sus compatriotas que fueron abandonados a su suerte en la capital cochabambina y que lamentablemente ocho de ellos están ahora contagiados por el coronavirus.
Mejía informó que desconocían la llegada de estos jugadores al club, que en manos de Diamonte, que después le pasó la posta a Osuna, quedó librado a su suerte y en riesgo de descender de categoría. De acuerdo al dato que ofrece el diario El País de Cali, Colombia, estos jóvenes fueron traídos a Bolivia por Jorge Sánchez, quien a los padres de los viajeros les mintió que era el presidente de Bata, representativo de Quillacollo. Agencias.