Vladimir Tordoya Rojas es un empresario boliviano afincado en Kiev, capital de Ucrania y venía ejerciendo el cargo de Cónsul Honorario en ese país porque Bolivia no cuenta con una embajada. El diplomático denunció que fue extorsionado desde Bolivia, le pidieron dinero para que siga en el cargo y al final lo destituyeron en noviembre, ahora la Cancillería dice que lo investigará por supuestas “irregularidades”.
“En abril del año pasado empezaron a bloquearme, no respondían a mis notas y los meses fueron pasando hasta que en noviembre me hicieron conocer que ya no era cónsul y pese a las cartas que mandé a la Cancillería nunca fui escuchado, es por esa razón que mandé la carta abierta al Presidente”, relató el diplomático en una conversación telefónica.
De acuerdo con su denuncia, en agosto del pasado año se comunicó con él una persona de nombre Marcelo R.M.A. quien dijo ser esposo de una de las altas autoridades de la Contraloría General del Estado y que tenía “contactos” con las altas esferas del Gobierno; dada su influencia le pidió dos mil dólares para solucionar su caso en la Cancillería, dinero que Trodoya Rojas envió.
Después de un mes, reclamó al ‘contacto’, pero este le dijo que el problema era muy difícil y que se podría arreglar con otros $us 5 mil y para convencerlo de su “influencia” le envió fotos con las más altas autoridades del Gobierno, incluida una con el Presidente Luis Arce. Sin dudar hizo el giro desde Ucrania a Marcelo R.M.A. y tampoco tuvo resultados. Llamó al que debía gestionar su continuidad y este le pidió $us 100 mil y eso rebasó la paciencia del empresario que pidió que le devolvieran su dinero pero su interlocutor lo bloqueó en su celular.
Poco tiempo después se oficializó su destitución del cargo y no escucharon sus reclamos. Tordoya Rojas asegura que él es Cónsul Honorario, por tanto, no recibe dinero del Estado, ejerció ese cargo por 12 años en una oficina que costeó de su peculio y nunca tuvo problemas. Lo más curioso es que después de destituirlo, le pidieron devolver todos los activos a la embajada de Bolivia en Rusia.
“El Estado nunca compró ningún mueble y no costeó el alquiler de las oficinas. En Ucrania todos los cónsules honorarios son de Ucrania, no pueden ser de otros países, nosotros logramos ser aceptados y ahora debemos cerrar todo”, lamentó Tordoya Rojas.
Él exdiplomático considera que fue extorsionado desde el propio Estado y por eso denunció corrupción en la Cancillería. Este despacho emitió un corto comunicado en el que acusa a Tordoya de haber realizado tareas impropias de su cargo y que será investigado. El Deber