Tomas Becker, abogado que asesora a las víctimas de Octubre del 2003 y de Senkata, aseguró que el Gobierno de Luis Arce debe cumplir con el Tratado de Extradición suscrito entre los Estados Unidos y Bolivia el 27 de junio de 1995 ante la solicitud de entrega del coronel Maximiliano Dávila y dijo que entre ambos estados es posible negociar y canjear “una persona por otra persona”.
Entrevistado por el portal informativo Urgente.bo, el jurista explicó que el procedimiento para la extradición del exjefe antidroga que está recluido en San Pedro, puede durar meses y hasta años en el marco del sistema judicial y el respeto al convenio, porque se deben pasar por diferentes filtros entre las institucionalidades de ambos estados.
El coronel Maximiliano Dávila, exjefe antinarcóticos en Bolivia, está recluido preventivamente en la cárcel de San Pedro por el delito de legitimación de ganancias ilícitas, no así por narcotráfico como lo requiere Estados Unidos.
“Pero si no manda a Bolivia (a Dávila), los gringos van a negociar y tienen mucho poder y si tienen interés van a empujar y hemos visto que tiene interés, porque han ofrecido cinco millones de dólares para información sobre Dávila”, subrayó el abogado.
A su vez, Becker indicó que como hay ese interés de Estados Unidos por el exdirector de la FELCN, puede pedir un canje “de persona por persona”. En Bolivia, el exministro de Gobierno, Carlos Romero, sugirió un ‘cambalache’ entre el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y Maximiliano Dávila. Según el abogado este tipo de negociaciones se dieron en los Estados Unidos.
“Los gringos pueden ofrecer cosas, hay otros ejemplos con otros países. Si tiene una persona que quieren los gringos, puede negociar y cambiar una persona por otra persona. No creo crear expectativas, pero puede pasar”, aseveró.
“Goni por Dávila puede pasar, hay varios ejemplos, pero es complicado y Goni tiene contactos fuertes aquí, puede pasar y ha pasado con otros países”, insistió el asesor jurídico de las víctimas de Octubre y Senkata. En la investigación de la DEA, el exjefe antinarcóticos fue identificado como CCI y fue quien debía dar protección y aeropuertos para el envío de droga los EEUU. Agencias