Abonado a las polémicas, el dirigente del MAS, Reynaldo Ezequiel, vuelve a la carga. Este martes, presentará su postulación al Comité pro Santa Cruz «para abrir la institución y cambiar el Comité», asegura.
Justifica su decisión y se ampara del derecho constitucional a la participación política.
Ezequiel reta a la entidad cívica. «No me tengan miedo, van a demostrar que hay una verdadera democracia», si permiten su postulación. Antes de presentarse, asegura, ha leído los estatutos del Comité pro Santa Cruz y considera que es muy restrictivo.
Sobre la institución, considera que no abre espacio para «los jóvenes ni para la equidad de género». En su plancha, avanza, habrá una mujer gremial, representantes del transporte, de los sindicatos, de las juntas vecinales y de los gremiales.
Desde el martes 24 comienza el proceso electoral con la elección de los delegados. Cada sector determina un director y seis delegados, y sus suplentes, que participarán el 11 de febrero en la elección del presidente y los dos vicepresidentes.
El MAS ha cuestionado repetidamente la representatividad del Comité pro Santa Cruz. Para Ezequiel, su participación será un signo de «representación del pueblo» y dotará de «legitimidad y democracia» a sus autoridades.
Eso, si, descarta que «esta apertura» le otorgue al Comité una voz autorizada para referirse a la coyuntura política y social del país. Eso sí, defiende firmemente que organizaciones como los interculturales o las Bartolinas intervengan directamente en la política nacional.
De ganar en las elecciones, el postulante del MAS adelanta parte de su programa. «Fiscalizaremos los servicios básicos para que no tenga sobreprecios». También pondrán foco en la situación de las unidades educativas. Todavía, asume, no cuenta con un programa cerrado.
Reynaldo Ezequiel asegura conocer los requisitos para postularse. Uno de ellos establece la vinculación política directa de los posibles candidatos como una causal de anulación. «Es el candado que ellos ponen», refiere. Agencias