Falleció Óscar Urenda el héroe de la salud luchando contra el Covid-19

El galeno, con una intachable carrera médica y en la gestión pública, no logró vencer al Covid-19, luego de permanecer por más de un mes conectado a un respirador en la clínica Foianini.

Urenda lideró la batalla contra la pandemia, pero no pudo superar la enfermedad que lo llevó a internarse por segunda vez, luego que diera positivo nuevamente al coronavirus.

La Gobernación cruceña ha informado que los actos protocolares de honras fúnebres serán comunicados por el despacho del Gobernador, Rubén Costas.

Óscar Urenda ya no veía la hora de “estar al otro lado del charco”, cuando se informó por primera vez que estaba contagiado por el virus que desde marzo había estado intentando cazar para librar a los cruceños de una pesadilla que nunca antes nadie habría podido imaginar: el coronavirus.

“Por supuesto que sí, cuando me dieron el positivo yo sabía los riesgos personales que corría en mi salud y por supuesto que tuve miedo”, dijo el 24 de mayo, cuando se supo victorioso porque había dado negativo a la prueba de coronavirus, la primera vez. Fue entonces cuando dijo que ya no veía la hora de estar «al otro lado del charco», de transitar la enfermedad y de haberla superado.

Este deseo secreto se animó a revelarlo solo cuando se sintió seguro del diagnóstico negativo. Lamentablemente, su afán por cumplir con la misión lo puso de vuelta a la acción. Sabía que querían nombrarlo ministro de Salud, pero no estaba en sus planes, su ambición era ayudar, hacer algo por la salud y por eso no lo pensó dos veces y se embarcó rumbo a Beni, para ayudar a trazar una estrategia contra la pandemia que se estaba ensañando con el vecino departamento.

Esta vez el ‘capo antipandemia’ no pudo cumplir su cometido: “volveremos a trabajar para sacar a la gente de esta terrible enfermedad” le había dicho a EL DEBER. El secretario de Salud estuvo 46 días internado por segunda vez con el virus del Covid-19.

“Te amo vida mía, te espero con toda el alma y el corazón” actualizó en su muro el 7 de julio su esposa Darling Flores. La vida de su compañero se apagó en una terapia intensiva, pero no su luz.

Recuento de una traicionera enfermedad

El 5 de mayo, Urenda anunció que ingresaba en cuarentena «por responsabilidad» después de que uno de sus colaboradores diera positivo al Covid-19. El sábado 9 se dio a conocer que la autoridad había contraído la enfermedad. Estuvo internado, pero no presentó mayores complicaciones, recibiendo el alta hospitalaria el 23 de mayo.

Recuperado, Urenda volvió a su trabajo con un viaje a Trinidad, donde ayudó a organizar el plan para la contención de la enfermedad en ese departamento. También estuvo en Montero, donde hizo seguimiento a la puesta en marcha del hospital de esa ciudad.

El 1 de junio, el secretario de Salud reveló que había dado positivo por segunda vez al Covid-19. Su estado de salud fue decayendo con el pasar de los días. El 6 de junio, la Gobernación anunció que Urenda había sido intubado y, a partir de allí, su estado se mantuvo estacionario.

Este miércoles, Marcelo Ríos, director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) informó que tenía una evolución lenta. “Nos indican que tiene una evolución favorable, por lo menos termodinámicamente estable; no ha habido ninguna desmejoría, va a continuar todavía en etapa de intubación”, dijo entonces.

Siempre sincero

Las conferencias de prensa de Urenda eran esperadas. Él iba de frente en lo que tenía que decir. Una de sus expresiones más recordadas la dijo el 26 de mayo, cuando se barajaba la posibilidad de flexibilizar la cuarentena en Santa Cruz. «No sé a quién se le puede ocurrir en este momento dictar que se levanten las medidas», indicó.

Un par de días después, luego que se anunciara una reunión del Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) que definiría las nuevas medidas, Urenda dijo: «Lo único que les pido es que si hay alguna reunión para flexibilizar la cuarentena, no me inviten porque no lo voy a permitir».

Toda una vida cuidando al prójimo

Óscar Javier Urenda Aguilera nació en Santa Cruz de la Sierra el 19 de enero de 1948.

Casado con Darling Flores Sandoval. Tuvo seis hijos, 12 nietos y 2 bisnietos.

Lasallista de corazón, fue médico ginecólogo de profesión, formado en Argentina, Brasil y España.

Fue Presidente del Club Social 24 de Septiembre, de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia por su amplia trayectoria profesional.

En 2002 fue director del Comité Pro Santa Cruz y en 2005 fue electo como Diputado Nacional por la Circunscripción 52. Cinco años más tarde participó en la redacción de los Estatutos Autonómicos y es considerado como un luchador permanente por las autonomías de Santa Cruz.

Además, fue segundo vicepresidente de la Cámara de Diputados y desde allí realizó una férrea lucha y defensa por los intereses de su región. En marzo de 2009 se convirtió en el presidente de la Brigada Parlamentaria cruceña.

El 4 de junio de 2010 asumió como secretario de Salud de la Gobernación.

Gestión como secretario de Salud

Durante la conducción de Urenda, como secretario de Salud en la Gobernación cruceña (2013) asumió el reto de dar funcionalidad a los hospitales de tercer nivel.

Realizó las gestiones para destinar el 30% del presupuesto de la Gobernación para la salud.

En 2016, Santa Cruz se convirtió en el primer departamento en poner en funcionamiento un moderno acelerador lineal y el único del sistema público en Bolivia en el Hospital Oncológico.

Para la lucha contra el cáncer, se entregó un equipo de braquiterapia en el Oncológico, que demandó una inversión de Bs 5 millones para mejorar la efectividad del tratamiento contra el cáncer de cuello uterino.

En el caso del hospital San Juan de Dios, la Gobernación indicó que en la gestión de Urenda, se entregó equipos por Bs 7,8 millones, para las cirugías a corazón abierto y con ello proceder al primer trasplante de corazón en un hospital público.

Además, hizo las gestiones para que los hospitales de tercer nivel realicen trasplantes de hígado.

Otro de sus logros, fue la construcción del hospital de tercer nivel de Montero, dos salas de este nosocomio fueron habilitadas para la atención de pacientes Covid-19 del norte integrado.

También fue uno de los impulsores de la Ley del 10% del presupuesto para salud.

En la Gobernación recuerdan que año tras año Urenda fue un continuo donador y promotor de la donación voluntaria de sangre. “Santa Cruz crece permanentemente y siempre se requiere sangre (…) Con las transfusiones le salvamos la vida a la gente y se debe colaborar para salvar la vida a nuestros semejantes”, señalaba.

A través del Servicio Departamental de Salud (Sedes), luchó contra enfermedades como dengue, chikungunya, zika, influenza AH1N1, AH3N2 y B, varicela, rabia Canina y hepatitis A.

Conmemorando el Día Mundial del Cáncer, el 04 de febrero de 2020 anunció la gratuidad del servicio de sangre para enfermos de cáncer y personas con hemofilia.

Finalmente, desde el 10 de marzo de 2020, cuando Santa Cruz registraba el primer caso importado del nuevo coronavirus, fue quien encabezó esta batalla y evitar que personal de primera línea sucumba ante el virus.

Óscar Urenda no cayó. Él batalló y puso su vida al servicio de la gente. Lo hizo siempre de pie y con la frente en alto. No se guardó nada, lo entregó todo. Agencias