El encuentro en el que varios jugadores del Sevilla se saltaron las normas del confinamiento y el estricto protocolo impuesto por LaLiga puede salir caro a los futbolistas, que esperan un castigo por su temeridad, y también al fútbol español.
Desde la patronal que dirige Javier Tebas se considera que la fiesta de Lucas Ocampos, Éver Banega, ‘Mudo’ Vázquez y Luuk De Jong supone un grave peligro para el regreso de la competición y piensa dar ejemplo para que no vuelva a ocurrir ningún incidente parecido, ya que puede provocar unas importantes pérdidas a LaLiga. El propio Tebas lamentó que «están poniendo en peligro muchos puestos de trabajo, el 1,38 del PIB», asegurando que su organismo puede perder cerca de 700 millones de euros si no se reanuda la competición.
Por el momento, los cuatro implicados se entrenaron este lunes de forma individual en las instalaciones deportivas del club hispalense, pero se esperan sanciones y multas ejemplares para castigar su irresponsabilidad.
Los jugadores han pedido disculpas por las imágenes que trascendieron en las que se veía a Franco Vázquez, Lucas Ocampos, Éver Banega y Luuk de Jong reunidos en una casa con ocho personas más, festejando e incumpliendo la normativa de la Fase 1 en la que todavía se encuentra Sevilla.