Saúl quería votar en las elecciones parlamentarias de Venezuela, pero no tenía combustible. Desde temprano aguardaba en una de las filas que serpenteaban a las afueras de varias gasolineras de Caracas, algunas incluso con mayor afluencia que muchos centros de votación.
La jornada electoral transcurrió en medio de puntos de votación desolados, aunque en zonas como la enorme barriada 23 de Enero, bastión chavista en Caracas, se vio más movimiento de electores, así como en mercados callejeros y comercios abiertos.
«No logré votar porque no tenía gasolina, yo voto en el estado Miranda, en los Valles del Tuy, a mí me hubiera gustado mucho ir a votar», contó a la AFP Saúl, que prefirió no dar su apellido, desde una gasolinera en la barriada popular de Catia, en el oeste de Caracas.
Como él, muchos venezolanos pasaron buena parte del domingo buscando combustible, un insumo escaso en el país con las mayores reservas de crudo del mundo.