La fruta es una excelente fuente de vitaminas: Durante el verano, cuando el clima es más cálido y sudamos más, nuestro cuerpo necesita una mayor ingesta de líquidos y nutrientes. Las frutas, como las naranjas, las fresas, las sandías y los melocotones, son ricas en vitaminas C, A y E, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, protegen la piel contra los daños causados por el sol y promueven una buena salud ocular.
La gran mayoría de las frutas cuenta con un alto contenido de agua. Muchas frutas, como las sandías, las piñas y los melones, tienen un alto porcentaje de agua, lo que las convierte en una excelente opción para mantenernos hidratados en los días calurosos. La hidratación adecuada es esencial para regular la temperatura corporal, mantener la función adecuada de los órganos y prevenir la deshidratación. Además, las frutas con alto contenido de agua también ayudan a satisfacer el apetito y a mantenernos saciados, lo que puede ser útil para controlar el peso corporal y evitar la tentación de comer alimentos menos saludables durante el verano.
El efecto refrescante de la fruta y su capacidad para aliviar la sed. En lugar de recurrir a bebidas azucaradas o gaseosas, las frutas son una opción natural y saludable para satisfacer nuestra sed. Algunas frutas, como la sandía y el melón, contienen una gran cantidad de agua y tienen un sabor refrescante que nos ayuda a mantenernos hidratados y frescos durante los días calurosos. Además, el consumo regular de frutas puede ayudar a prevenir la retención de líquidos, ya que su contenido de agua y fibra ayuda a mantener un equilibrio adecuado de fluidos en el cuerpo.
El consumo de fruta en verano puede ser una excelente manera de apoyar a los agricultores locales y promover la sostenibilidad. Durante esta temporada, muchas frutas se cosechan en la región y están disponibles en los mercados locales. Al optar por comprar frutas de productores locales, no solo estamos obteniendo productos frescos y de alta calidad, sino que también estamos apoyando la economía local y reduciendo la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos de larga distancia.
LAS MEJORES FRUTAS
Albaricoques: Una fruta ideal para los meses calurosos del verano, pequeños y deliciosos. Los albaricoques tienen una altísima cantidad de nutrientes que nos aportan muchos beneficios en nuestro día a día, entre ellos podemos destacar las propiedades antioxidantes que mejoran nuestra salud y reducen el envejecimiento o el cuidado y conservación de una piel sana, para lo que esta fruta es un gran aliado por su gran contenido en vitamina A. Los albaricoques nos ayudan también la salud ocular, por su altísimo contenido en betacaroteno, que previene problemas oculares relacionados con la edad y la degeneración muscular. Temporada: abril-julio.
Cerezas: Las cerezas son una opción inmejorable para introducir fruta en nuestra dieta de verano y empezar a paliar esos primeros meses calurosos que llegan con la primavera. Las cerezas además de ser una fruta deliciosa y divertida, mejora nuestro descanso por la noche, al ser una fuente natural de melatonina. Además mejora nuestra salud cardiovascular y reduce el colesterol, aportándonos una inmensa cantidad de fibra dietética que mantiene nuestro corazón sano. Temporada: finales de mayo-principios de agosto.
Melocotones y paraguayos: Los melocotones y paraguayos son jugosos y sabrosos, y contienen una variedad de nutrientes beneficiosos. Son una buena fuente de vitamina C, vitamina A y fibra. También contienen compuestos antioxidantes como los carotenoides y los flavonoides, que pueden ayudar a proteger contra enfermedades crónicas y promover la salud de la piel. Temporada: todo el verano.
Nectarinas: Las nectarinas son similares a los melocotones, pero con una piel lisa. Son una excelente fuente de vitamina C, vitamina A y fibra. También contienen antioxidantes que pueden proteger contra el daño celular y promover una buena salud cardiovascular. Temporada: todo el verano.
Ciruelas: Una fruta jugosa gracias a su gran contenido en agua, lo que la convierte en una fruta ideal que aporta hidratación en los meses más calurosos de verano. En general es muy nutritiva y rica en vitaminas, destacando la vitamina C. Temporada: todo el verano.