Las frutas que se pueden comer cuando aparece la infección de las vías urinarias son, en realidad, todas. Cualquiera de ellas puede estar en la lista de alimentos aptos para una dieta saludable. Y ya hemos visto que este es el modo más aconsejable de alimentarse para sobrellevar la situación.
Ahora bien, dada la importancia de determinados nutrientes (fibra, agua o vitamina C, entre otros); vamos a señalar aquellas a las que puede ser conveniente dar prioridad.
Arándanos. Si hablamos de fruta e infección de orina, los primeros de la lista no pueden ser otros que los arándanos. No solo por los nutrientes positivos que aportan (vitamina C y flavonoides antioxidantes), sino por su papel único en la prevención de este problema.
Aunque los datos disponibles no permiten generalizar, se sabe que las proantocianidinas pueden dificultar la adhesión de las bacterias a las células del tracto urinario. Por este motivo, se cree que el jugo de arándano es una estrategia eficaz para prevenir las infecciones recurrentes en mujeres sanas.
Plátano. El plátano es una de las frutas con más fibra y de este compuesto deriva su utilidad. Al estimular el tránsito intestinal y las deposiciones regulares, se alivia la presión sobre el flujo de orina. Dado que es un alimento muy fácil de transportar y de comer, es una alternativa excelente para llevar fuera de casa y comer como postre o snack . Por otro lado, se puede usar en el desayuno, con crema de frutos secos untada por encima o en deliciosos batidos.
Papaya. Esta contiene vitamina C, fibra y antioxidantes. El combo completo para que las frutas sean positivas para la infección de orina. Aunque para algunas personas puede ser desconocida, destaca por su sabor y su pulpa extra jugosa. Cuando está madura, es posible retirar las semillas y comerla con una cuchara o usarla para hacer batidos, polos y aliños.
Uva negra. Las uvas negras tienen antocianinas (como los arándanos) y resveratrol. Ambos son compuestos bioactivos (con efectos en el organismo) y presentan actividad antioxidante y antiinflamatoria. Según Maisto, Iannuzzo y otros autores, algunos de los mecanismos que pueden explicar su beneficio son: la reducción de la movilidad de los patógenos, la disminución de la inflamación y la mejora de la microbiota intestinal (lo que puede influir en la reducción del riesgo de posibles infecciones).
Durante el otoño y el invierno están en su mejor temporada. Son perfectas para comer solas como tentempié, ya sea por la mañana o durante el día. Esto sí, para mantener sus principios activos es recomendable no retirar la piel.
Frambuesa. De un modo parecido al arándano, la frambuesa resulta positiva para la infección de orina porque contiene un flavonoide llamado epicatequina. Si bien no existen estudios en referencia a esta fruta, también se puede incluir de modo recurrente en la dieta. Son perfectas para coronar una ensalada, un yogur o para hacer batidos energéticos. Por otro lado, es posible usarlas en la elaboración de cremas y mermeladas sin edulcorantes y untarlas en el pan.
Naranja. La naranja es una fruta con un elevado contenido en vitamina C. Además, su consumo está bien extendido y es fácil de comprar y de comer. Lo ideal es emplear la fruta entera, para no desperdiciar la fibra y todos los compuestos nutritivos que se encuentran en la pulpa.
Piña. La última fruta que recomendamos para la infección de orina es la piña. No solo por sus nutrientes beneficiosos, sino también por su sabor dulce y su frescor. Además, se trata de un alimento que facilita la digestión, por lo que resulta perfecta para comer como postre. Existen muchas formas variadas de incluirla: ensaladas, poke bowls, salteados o tacos. También se puede aderezar con anís estrellado, canela o cardamomo para darle un punto de sabor especial.