El fútbol brasileño volvió a la actividad pese a la crisis que está atravesando el país por la gran cantidad de casos de coronavirus que se registran a diario.
En este caso, el partido entre Goias y San Pablo debió ser postergado cuando ya estaban los árbitros y el equipo «Paulista» listos en el campo de juego. A tan solo dos minutos del comienzo, las alarmas se encendieron en Brasil, cuando el equipo local informó un brote de coronavirus y registró diez casos positivos en las últimas horas. Aunque sea difícil de creer, las autoridades intentaron que el encuentro se juegue de todas las maneras posibles.