La selección de Inglaterra vivió un escándalo mayúsculo cuando se conoció que dos de sus futbolistas, Phil Foden y Mason Greenwood, habían roto las reglas de la cuarentena luego de un partido ante Islandia por la UEFA Nations League al haber llevado dos modelos islandesas a la habitación Radisson Blu Saga Hotel, en donde todo el equipo estaba aislado para evitar contagios de coronavirus.
Foden y Greenwood burlaron la seguridad: “Estaban muy interesados en conocer a las mujeres y necesitaban la ayuda de un empleado, que recibió una propina muy generosa. No puede haber ninguna duda de que sabían que lo que hicieron estuvo mal. Se les habían informado todas las reglas». El plan le fue sencillo: “Había menos seguridad de lo habitual en los viajes, ya que no se permitía la entrada de aficionados al estadio y los jugadores se aprovecharon de eso”.