La intervención de la policía fue sorpresiva, los responsables de las peleas clandestinas de gallos se negaban a abrir las puertas, los uniformados insistieron afirmando que venían con medios de prensa, es así que entraron al establecimiento donde encontraron una serie de irregularidades tales como bebidas alcohólicas dinero de las apuestas, animales enjaulados y otros que estaban agonizando en un círculo que era usado para las peleas.
Algunas personas estaban en estado de ebriedad negaban su participación en la actividad ilícita, las autoridades policiales desalojaron el lugar y trasladaron a celdas a los infractores.