La gastritis nerviosa es una enfermedad principalmente causada por el estrés o la ansiedad, que pueda afectar el estómago e inflamar la mucosa gástrica. Se caracteriza por ser un trastorno emocional muy común que afecta a muchas personas y que produce síntomas identificables como acidez, náuseas, ardor o dolor estomacal.
CAUSAS
Algunos factores que pueden incidir en la aparición de la gastritis nerviosa son: Estrés, Ansiedad, Reflujo biliar, Dieta deficiente, Consumo excesivo de alcohol y tabaco e Infecciones causadas por alergias o virus.
SÍNTOMAS
Los síntomas de la gastritis pueden variar de persona a persona. Sin embargo, entre los más comunes encontramos: Acidez. Náuseas. Vómitos. Indigestión. Pérdida de apetito. Dolor abdominal. Malestar estomacal. Heces de color oscuro. Sensación de ardor en el estómago. Tratamiento para la gastritis nerviosa.
Para tratar esta enfermedad, se considera imprescindible seguir una dieta sana y ligera que ayude a regular los síntomas. Esto significa que deberías incluir en tus comidas vegetales, frutas, carne, pescado, sopa, arroz y mucha agua, entre otros.
Asimismo, te recomendamos limitar el consumo de analgésicos. Si sufres episodios de gastritis y acudes a la farmacia para adquirir medicamentos de venta libre, estos pueden proporcionar un alivio temporal. Sin embargo, es mejor acudir al especialista de inmediato para que te recete algún medicamento que disminuya las secreciones ácidas y protegerá las mucosas de manera eficaz.
REMEDIOS CASEROS
En casa, lo más importante es controlar la dieta. Ten en cuenta que la alimentación es un factor clave en el tratamiento de la gastritis nerviosa. No solo evitará el malestar estomacal a corto plazo, sino que también protegerá el sistema digestivo a largo plazo. Evita beber alcohol, comer alimentos procesados, ácidos, productos lácteos y comida azucarada o picante.
Asimismo, te recomendamos incluir alimentos probióticos, ya que pueden ayudar a mejorar la digestión y estimular los movimientos regulares. Estos suplementos introducen buenas bacterias en el tracto digestivo, lo que puede ayudar a detener la propagación de la bacteria Helicobater pylori.
Del mismo modo, y tal como sugiere una investigación, beber té verde con miel al menos una vez a la semana ayudaría a reducir significativamente la prevalencia de H. pylori en el tracto digestivo. También puedes probar una cucharada de bicarbonato (9 g), ya que puede ayudar a poner fin a la sensación de ardor de estómago provocado por la gastritis nerviosa.
Asimismo, el aloe vera es una de las plantas utilizadas para aliviar las quemaduras, y también contribuye a minimizar las consecuencias.
Por último, los aceites esenciales, como la menta o el jengibre, pueden tener un afecto positivo en el estómago.
Finalmente, no debes olvidar que el estrés puede causar y empeorar la gastritis nerviosa. Por ello, es muy importante considerar cambios en el estilo de vida que contribuyan a reducir los niveles de ansiedad. Estamos convencidos de que si incorporas las prácticas deportivas, una alimentación saludable, seguimiento médico y más descanso, te sentirás mucho mejor.