Un crimen violento se registró al interior de la cárcel de San Antonio, del que 64 personas son sospechosas, todos convivían y dormían en el mismo pabellón que la víctima, quien fue “sancionada” con tal brutalidad que horas más tarde le costaría la vida.
El hecho se registró durante el fin de semana y la investigación de la Fuerza especial de lucha contra el crimen comenzó con la llegada de un privado de libertad sin vida hasta el Hospital Viedma, donde había sido evacuado de emergencia.
Freddy Medinacelli, director dptal. de la Felcc, explicó que efectivos de homicidios realizaron el levantamiento legal del cuerpo de J.E. de 22 años de edad, que posteriormente fue trasladado al IDIF para realizar la autopsia de ley.
Inicialmente, se alertó de que el deceso era fruto de peleas registradas en el centro carcelario, pero la investigación policial confirmó que el hecho de sangre estaba relacionado con un robo y una “sanción” a la que fue sometida la víctima, como represalia por la sustracción de dinero.
El recluso fue acusado de robar 700 bolivianos al interior de la cárcel, “-recursos que correspondía a- el uso de las duchas para visitas, este dinero que suma un monto de 700 Bs. habría sido denunciado a los encargados de la disciplina, quienes inmediatamente habrían retenido al occiso para posteriormente provocarle varias lesiones”, explicó la autoridad.

Para “castigarlo” por el robo del dinero, los encargados lo habrían sancionado golpeándolo con un bate hasta dejarlo casi muerto.
“Ha sido un robo y lo han sancionado, y lo han golpeado con un bate de beisbol, lo tenemos el bate, se tienen manchas hemáticas, tanto en el bate como en la pared donde ha sido sancionado y tenemos varias declaraciones de testigos esto respalda lo que estamos aseverando”, agregó Medinacelli.
Luego de su castigo, el recluso fue evacuado a enfermería del mismo penal, donde intentaron salvarlo, pero por sus lesiones lo refirieron al Hospital Viedma, donde llegó sin vida.
“Estas lesiones ocasionan de que sea atendido en la enfermería en primera instancia, lugar donde no pueden recuperarlo y posteriormente fallece”, añade.
El recluso de 22 años ingresó dos días antes de morir para cumplir una detención preventiva por tenencia y portación de arma de fuego.
Efectivos policiales fueron desplegados para tomar las declaraciones de al menos 64 reclusos. La autoridad aseveró que trabaja en identificar a los principales autores.
“Se cuentan con varios indicios para poder identificar a los autores de este hecho violento al interior del penal de San Antonio”, finalizó.