El pasado 5 de febrero, tres sujetos se hicieron pasar por pasajeros y abordaron un taxi, pero durante el trayecto golpearon salvajemente al taxista, hasta que lo creyeron muerto y lo botaron cerca del cementerio de San Benito.
Tras ser interceptados por la Policía, dos de ellos lograron escapar y uno quedó aprehendido. El sujeto declaró lo que habían hecho y dio la dirección de donde habían botado al taxista.
Pese a esto, tras su audiencia de medidas cautelares, un juez decidió otorgarle medidas sustitutivas a la detención preventiva, alegando que no existían elementos suficientes para enviarlo a prisión.
Ésta decisión ha sido duramente criticada por los familiares del taxista, quien se encuentra todavía internado en un hospital.
Reclaman que fue un milagro que no haya llegado a perder la vida, por la paliza que recibió.