La Alcaldía de Cochabamba destruyó ayer la gruta de “El Minerito”, uno de los sitios más visitados los martes y viernes en el cerro San Pedro, especialmente por los sectores populares de la sociedad que incluso lo consideraban un lugar “milagroso”.
Con la destrucción de la gruta, también se derriba parte del imaginario colectivo de Cochabamba y una tradición que estaba por cumplir 40 años de historia.
DERRIBO DE LA GRUTA
Desde horas de la madrugada de ayer, trabajadores de distintas unidades de la Alcaldía, junto a personal del PLANE, con ayuda de maquinaria del municipio, se procedió al derribo de la gruta.
En cuestión de minutos, la tradicional escultura dorada de “El Minerito” quedó convertida en escombros.
Se conoce que la municipalidad realizará la preservación del lugar. “La serranía de San Pedro se ha constituido en un área protegida natural, dentro de esta se tiene una categorización y zonificación pues existen especies endémica de flora y fauna” explicó René Camacho, responsable de la Unidad de Gestión de Recursos Naturales del municipio.
Explicó que en ese sector de San Pedro, no se permitirán avasallamientos, debido a la presencia de árboles nativos del valle de Cochabamba, como ser Cacha Cacha, árbol de Soto, entre otros.
“EL MINERITO”
La historia de Juan Pablo Inofuentes, más conocido como “El Minerito”, se remonta a la década de los años 80s.
Según cuentan las personas, Juan Pablo quien nació en el pueblo minero de Quechisla en Potosí y llegó a la Llajta tras su viaje a Buenos Aires, buscaba en Cochabamba un lugar para poder construir su hogar.
Se conoce que Juan Pablo Iniofuentes fue cruelmente asesinado en 1980 y su cuerpo enterrado en el cerro.
Dos años después, mientras se realizaban excavaciones para la instalación de torres de alta tensión se encontraron los restos del joven, naciendo de esa manera la leyenda de “El Minerito”.
Desde 1982, miles de personas llegaron hasta el sitio donde fue encontrado el cuerpo a pedirle favores. Los migrantes cargados de fe pedían protección en su viaje.
“El Minerito” es considerado como un “santo popular” de Cochabamba.