El aeropuerto más grande del país, Viru Viru ubicado en Santa Cruz, es testigo de una lección de lealtad de un perro mestizo, que desde hace cuatro meses espera en el retorno de su dueño entre cientos de pasajeros que llegan y salen desde esta terminal aérea.
Abandonado a su suerte quedo así un perrito en el aeropuerto Internacional de Viru Viru, quien llego hace 4 meses junto a su dueño para emprender el viaje dentro de una caja de perros, pero a raíz de las exigencias en cuanto a los certificados de vacunas que requiera la terminal aérea su dueño decidió dejarlo libre en el aeropuerto y tomar su vuelo.
“Yo lo vi cuando estaban acá pero creo que el dueño tuvo problemas con el tema de las vacunas y todas las exigencias que solicita el aeropuerto, entonces le faltaba algunas vacunas y por ese motivo no pudieron llevarlo” afirmó un funcionario de la terminal aérea.
Desde entonces el perrito de raza mestiza vive en el aeropuerto donde ha adoptado el nombre de negro y espera con ansias el regreso de su dueño toda vez que llegan pasajeros el busca a su amo, pero a la fecha él no ha regresado.
“Tanto tiempo estamos nosotras acá que de mí se prendió el perro, negro le pusimos el nombre así por su color, es como si supiera y tiene la esperanza de que su dueño vuelva cualquier rato, todo el tiempo esta acá y al otro lado en la terminal internacional, el perro no entra solo llega a a pararse en la puerta y mira a la gente que llega pero no ingresa” afirmaron.
El caso llamo la atención de muchos ya que su salud va deteriorándose cada día, por ello algunos decidieron adoptarlo pero el perro se resiste al saber que quieren trasladarlo del lugar. Para muchos su historia se asemeja a la de Hachiko el perro Japonés que toda su vida espero a su dueño. Hachiko fue un perro japonés de raza Akita, recordado por esperar a su amo, el profesor Hidesaburō Ueno, en la estación del tren cerca de 9 años después de la muerte de este. Agencias