El cadáver de un hombre acribillado a balazos y parcialmente comido por perros y alimañas, apareció abandonado el viernes en un descampado ubicado en el oeste del Conurbano bonaerense. El sujeto tenía antecedentes delictivos y por episodios de violencia de género. Se cree que el crimen fue consumado por cómplices del individuo fallecido en un acto de venganza, aunque no se descartan otras hipótesis.
Voceros judiciales revelaron a cronica.com.ar que el hallazgo del cuerpo sin vida se produjo cuando los integrantes del Comando Patrulla (C.P) recibieron una denuncia al número telefónico de emergencias 911, la cual hacía referencia a una persona fallecida en un terreno baldío situado entre las calles Las Clavelinas y Las Mulitas, en las cercanías del denominado Barrio 22 de Enero.
En forma inmediata, los pesquisas policiales de la comisaría de Ciudad Evita comenzaron a investigar el episodio y averiguaron que el sujeto era una persona que registraba antecedentes penales en el Juzgado Nacional Criminal y Correccional N° 55 de la Ciudad de Buenos Aires, y que además su esposa lo había denunciado ante las autoridades, por amenazas, el 1° de marzo pasado.
Trascendió que los funcionarios de la Justicia habían dictado en contra del individuo una serie de restricciones perimetrales destinadas a impedir que se aproximara a su mujer, en tanto que sus familiares aseguraron que era responsable de robos de vehículos.
Una hermana del sujeto les narró a los investigadores que, el martes pasado, el hombre, tras decir que tenía que encontrarse con un grupo de personas, había salido de su domicilio, ubicado en el cruce de Aroma y Río Orinoco. Como consecuencia, sus allegados resolvieron formular una denuncia.
Al ser convocados por los funcionarios de la Justicia, los peritos de la Policía Científica revisaron al cuerpo, determinándose que presentaba múltiples heridas de arma de fuego en la región torácica, en la espalda, en el estómago y también en las piernas, estimándose que el crimen se habría consumado el mismo martes. Agencias