El Ministerio Público salvadoreño informó el pasado viernes que sus investigadores forenses localizaron diez cadáveres en la casa de un expolicía que la semana anterior fue capturado por un doble asesinato.
«Por momento, se han podido rescatar los restos de 10 personas, algunos con evidencias de haber sido asesinados hace dos años. Los investigadores aseguran que con esta investigación se podrán esclarecer casos de personas que habían sido clasificadas como desaparecidas», informó la Fiscalía en su cuenta oficial de Twitter.
Según los peritos forenses, en la casa del exagente de la Policía Nacional Civil, ubicada en el municipio de Chalchuapa, se han ubicado siete fosas más donde el expolicía identificado como Hugo Ernesto Chávez Osorio, enterró a otras víctimas.
Osorio Chávez, de 51 años, fue capturado por el asesinato Mirna Cruz Lima y Jackeline Cristina Palomo Lima, madre e hija de 57 y 26 años, respectivamente.
Según las autoridades del Ministerio Público y del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, tiene antecedentes de haber sido procesado por delitos sexuales. El expolicía confesó sus crímenes y por eso las autoridades solicitaron autorización del Juzgado de Paz de Chalchuapa para buscar un posibles «cementerio clandestino» en la casa.
Entre las víctimas hay tres menores de nueve, siete y dos años.