En mal estado y con humedad, así se encuentra la “terminal de buses” de Quillacollo en esta temporada de lluvias. Una gran obra que no fue utilizada ni un solo día pese a haber sido concluida en 2017. El alcalde de Quillacollo, Héctor Cartagena, anunció que se realizara una auditoria.
“Hemos hecho la inspección a la terminal, a la mal llamada terminal porque no es terminal, se hizo una construcción sin ningún estudio técnico. Podemos ver en época de lluvias que hay una laguna, esto amerita una auditoria”, sostuvo la autoridad entrevistado en pasados días por el programa Voces Regionales.
La “nueva” terminal de buses está ubicada en la avenida Virgen de Urkupiña y Fructuoso Mercado, al sur de Quillacollo. Esta bordeada por un canal que en época de lluvia se desborda afectando todo el sector.
Recordemos que la obra fue construida con recursos del Gobierno, a través de la Unidad de Proyectos del Estado (UPRE), con una inversión superior a los 19 millones de bolivianos, de los cuales cinco millones fueron contraparte edil.
“Han causado un daño económico a la institución y al pueblo de Quillacollo (…) Más es una terminal para lanchas y no para vehículos, vamos a esperar el informe de la auditoria. De acuerdo a la ley 1178, la mala ejecución de obras viene responsabilidad, ejecutiva, administrativa, civil o penal”, sostuvo.